El Gobierno decidió incorporar la Tarjeta Alimentar a la Asignación Universal por Hijo (AUH) a partir de noviembre para que sus beneficiarios puedan utilizar el dinero para adquirir otros bienes además de alimentos, realizar pagos con débito y retirar dinero en efectivo.

Sucede que quienes tienen la Tarjeta Alimentar se veían imposibilitados de comprar alimentos en los locales de cercanía, como ferias, ya que es necesario que el mismo cuente con posnet.

“Esto es para que sea más accesible para las familias de la AUH, porque van a poder comprar con débito o sacar el dinero en efectivo”, sostuvo la titular de la ANSES, Fernanda Raverta, en una conferencia de prensa en Casa Rosada, junto al ministro de Desarrollo Social, Juan Zabaleta.

A partir de noviembre, el monto de la Tarjeta Alimentar pasa a depositarse en la cuenta de la AUH, así las familias van a poder organizar mejor sus compras y se amplían las posibilidades de consumo. Podrán utilizar el dinero extrayéndolo del cajero o comprando con débito.

Se trata de 19.000 millones de pesos por mes que el Ministerio de Desarrollo Social sumará a la AUH. Esta modificación alcanza a 2,3 millones de hogares y 3,9 millones de niños, niñas y adolescentes de entre 3 y 14 años.

El anuncio estuvo dirigido a madres o padres con hijos e hijas de hasta 14 años de edad que reciben la AUH; embarazadas a partir del tercer mes que reciben AUH; personas con discapacidad que reciben AUH; y madres con más de 7 hijos.

El monto varía en función de la situación del titular y su familia: es de 6.000 pesos para las familias con un hijo o una hija de hasta 14 años de edad o con alguna discapacidad, y para quienes perciben la asignación por embarazo; de 9.000 pesos en el caso de los grupos familiares que tienen dos hijos o hijas en la misma franja etaria o con alguna discapacidad, y de 12.000 pesos para familias con tres hijos o más menores de 14 años de edad.

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En tanto, Raverta informó que la decisión responde a “dificultades en las familias que iban a comprar con la tarjeta Alimentar porque solo ciertos lugares tenían la posibilidad de vender con tarjeta, como supermercados y locales que tuvieran posnet”, lo cual “complicaba la diaria porque las familias argentinas muchas veces compran su alimentos en los comercios de proximidad, en los almacenes y verdulerías”.

“Estamos trasladando ese monto de ingresos al cronograma de pagos y al instrumento de la Asignación Universal, cuya tarjeta ahora podrá ser usada para sacar dinero pero también para comprar con débito. Ampliamos el instrumento para el cual se pueda usar el dinero”, explicó.

En ese sentido, sostuvo que el mecanismo actual “servía para comprar nada más que en el súper y no ayudó a que pudiéramos tener una política contrainflacionaria y de acceso a los alimentos”.

“El poder de compra de la AUH alcanzaba para cubrir el 80% de la canasta básica alimentaria durante el gobierno pasado. Ahora cubre un 172% entre AUH y Alimentar”, sentenció la titular de la ANSES.

A su turno, y consultado por la posibilidad de que el impacto inflacionario afecte a esta medida, Zabaleta aludió a la reunión del secretario de Comercio Interior, Roberto Felleti, con empresarios de la alimentación para intentar contener los precios.

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“El Gobierno asistió durante la pandemia a las empresas para sostener a sus empleados, muchos de ellos fueron empresarios de alimentación, entonces sería un buen momento para hacer una devolución de esa ayuda”, planteó el titular de Desarrollo durante la conferencia.

“Queremos cuidar el bolsillo de la gente y salir de esta crisis. Vamos a acompañar al sectario Feletti en las medidas que tome frente al problema del precio de los alimentos”, apuntó Zabaleta.

Para el ministro, la medida “permitirá utilizar el dinero físico o electrónico”, que servirá también “para dinamizar la economía y el consumo, descentralizándolo”, ya que fomentará al consumo de cercanía en los barrios, mejorando las ventas en almacenes, carnicerías, verdulerías, ferias y emprendedores.

El funcionario también reseñó que la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) “devuelve un 15% del IVA, con un tope de 2.400 pesos, a los beneficiarios”.