El ministro de Energía, Juan José Aranguren, fue denunciado por negociaciones incompatibles con la función pública por haber dispuesto el aumento de la tarifa de gas y ser, a la vez, accionista de la empresa Shell, donde ejerció doce años como presidente.

El fiscal federal Carlos Stornelli deberá esta semana definir ante el juez Luis Rodríguez si impulsa la investigación e imputa al funcionario en base al reconocimiento, en su propia declaración jurada, de que posee más de trece millones de pesos en acciones “clase A” de la empresa Royal Dutch Shell, casa matriz de la petrolera angloholandesa.

Esa denuncia inicial podría ser ampliada en los próximos días por integrantes del Frente para la Victoria, que cargan sobre Aranguren el otorgamiento de siete de ocho licitaciones de YPF a favor de su ex empleadora, y beneficios a Joseph Lewis, el magnate inglés que a través de su porcentaje accionario en Pampa Holding fue receptor del rebalanceo sobre el suministro eléctrico. Por este último ítem ya había sido denunciado ante la Oficina Anticorrupción.