Por Aldo Battisacco – Conclusión Buenos Aires

 

El doctor en Ciencias Sociales y profesor de Economía Política en la Universidad Nacional de Rosario (UNR), Julio Gambina, habló con Conclusión y analizó el contexto mundial, marcado por crisis bancarias, económicas y alimentarias. En este marc, destacó la importancia de que Argentina produzca alimentos pensando en el mercado interno, y resaltó la necesidad del trabajo junto a los países de América Latina y el Caribe.

Tras asegurar que el país atraviesa actualmente un panorama de “mucha incertidumbre”, Gambina apuntó a poner la lupa en la agenda que debería tener el gobierno para suplir esta situación, y a prestar especial atención en las políticas de los países que se disputan la dirección económica. “Estados Unidos genera su propia política de fidelidad en el exterior, hoy estrechamente vinculado a la expansión de la OTAN y a la confrontación bélica en territorio de Ucrania. Mientras tanto, China refuerza sus vínculos con Rusia y de a poco marca nuevos cuadros de alineamientos internacionales”, analizó el especialista.

El sueño de una moneda latinoamericana

“En el Fondo Monetario Internacional (FMI) está Estados Unidos, sus aliados, y también está China, con un peso creciente. Muchas veces se dice que Argentina no puede anular el acuerdo con el FMI porque entonces se le vendrían encima, pero preguntémonos quién vendría encima. ¿China acompañaría las sanciones porque el país decida una política autónoma e independiente respecto al Fondo Monetario?”, se preguntó el profesor de Economía Política, para adentrarse a analizar la economía mundial.

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Tras asegurar que el dólar está perdiendo referencia en el mercado mundial mientras que el yuan –la moneda china– gana cada vez más adeptos, Gambina inquirió: “¿La región de América Latina y el Caribe está destinada a subordinarse a la lógica hegemónica del dólar o puede pensar en nuevas relaciones internacionales financieras e incluso darle aliento a una moneda latinoamericana y caribeña?”.

En la entrevista, el especialista también analizó el derrumbe de los bancos Credit Suisse (Suiza) y Deutsche Bank (Alemania) y advirtió cómo, en un mundo donde impera la lógica liberal y privatizadora, la solución inmediata a estas situaciones es la intervención del Estado.

Argentina… ¿a las puertas de un cambio de modelo productivo?

Al volcar la situación internacional en el país, Gambina advirtió que es momento de que los gobernantes piensen en términos de soberanía y resuelvan las necesidades de la población. “¿Cuánto gasta Argentina para cumplir el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional? En esta crisis mundial –venimos hace tres años de pandemia, hace un año una guerra hizo subir los precios de los alimentos y de la energía, y ahora estamos en una crisis bancaria donde todas las semanas hay una entidad que es noticia– podemos parar la mano y anular el acuerdo con el FMI, hacer una investigación a fondo de la deuda, quién se benefició con esos 45 mil millones de dólares, y a las escasas reservas internacionales o los recursos fiscales que Argentina tenga para comprar divisas, podemos usarlos en una agenda que privilegie las necesidades internas”, manifestó.

Y agregó: “No se resuelven los temas de hambre y miseria si no es con tierra y trabajo. Hay que poner a la masa inmensa de desocupados o empobrecidos que hay en Argentina en todo el territorio nacional para que lleven adelante producción, generar condiciones para una política energética, que esos procesos productivos tengan capacidad de desarrollo, pero eso que es una decisión soberana va a tener la confrontación del poder económico mundial y van a querer obstaculizarla, por lo tanto, se requiere un consenso político, social y cultural muy fuerte”.

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“Este es un momento ideal para este debate. Se habla de la crisis, pero dónde está la crisis: en Estados Unidos cierran los bancos y el Estado va atrás sustentándolos, lo mismo en Suiza o Alemania, o la guerra en Rusia y Ucrania. Argentina aparece al margen de toda esa problemática. El país no tiene que buscar soluciones al mundo, sino que debe empezar por los vecinos. Hoy Argentina y los países del Mercosur no son proveedores de alimentos, son proveedores de commodity, la soja, que tiene precio internacional y que está unidireccionada al mercado chino, pero Argentina no siempre fue un proveedor de commodity para el cambio de la dieta de un país asiático, sino que históricamente Argentina y los países de Sudamérica han sido productores de alimentos para su población”, apuntó Gambina.

Producción de alimentos para el mercado interno: ¿la clave para combatir la inflación?

Por último, y en materia inflacionaria, el doctor en Ciencias Sociales anunció que en marzo se consolidará la inflación de tres dígitos, y advirtió por un mayor aumento en el precio de los alimentos.

“Si Argentina quiere bajar la inflación, tiene que bajar los precios de algo tan esencial como es la comida. Hay que reorientar el modelo productivo para generar mecanismos de producción y de circulación que acerquen la producción de alimentos al consumo cotidiano de la población. Es una revolución política que hace falta en Argentina”, exclamó Gambina.

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Y añadió: “El descontento que hay en Argentina es muy grande, pero lo que no hay, en ninguna de las identidades políticas de lo que llamamos movimiento popular, es un proyecto estratégico. Además de quién sean los candidatos, lo que importa son las ideas y los proyectos”.

“En Argentina, en la región y en el mundo hay una crisis de proyectos muy grande. La idea hegemónica es la liberalización, pero los países que la impulsan usan al Estado como una herramienta de salvataje”, concluyó Gambina.