El ministro de Economía, Martín Guzmán, participará el próximo viernes en la cumbre del G20 de ministros de Finanzas y presidentes de bancos centrales que tendrá lugar en Venecia, donde pedirá por una tasa de 21% para el nuevo impuesto a las multinacionales, una de las medidas que se debaten en este foro y que están más firmes a tomarse en el contexto de la pandemia.

El funcionario argentino tiene en agenda también reunirse allí mismo en Italia, país anfitrión del G20, con el equipo del FMI y continuar negociando de «manera constructiva» un nuevo acuerdo con el organismo, y ya sin la sombra del vencimiento con el Club de París, tras el entendimiento alcanzado hace unos días.

«Necesitamos establecer reglas para los desafíos que enfrentamos hoy. En dos semanas tenemos la reunión del G20 y esta es la posición de Argentina: la tasa mínima corporativa global del 15% es demasiado baja; hay un riesgo sustancial de que termine siendo de hecho la tasa máxima», expresó el representante argentino durante un encuentro realizado por el G24, que nuclea a los países emergentes.

En ese sentido, agregó: «desde Argentina consideramos que una tasa del 21% sería mejor, una del 25%, aún mejor».

Según Guzmán, «existe un riesgo sustancial de que los países en desarrollo obtengan muy bajos ingresos, y necesitamos luchar contra los grupos de presión, el mundo necesita moverse más rápido y adoptar principios más fuertes a fin de adoptar algo mejor que el 15%», dijo.

La mención de Guzmán sobre la tasa obedece a que el G7, que reúne a los Estados más industrializados, acordaron previamente a la reunión del G20, el 5 de junio último y en una decisión histórica, reformar el sistema impositivo global para apoyar una tasa impositiva corporativa mínima del 15%, y compartir los derechos para gravar a las empresas más grandes que operan a través de las fronteras en sus países.

Esta discusión es liderada por Estados Unidos y Alemania, que por estas horas afinan el lápiz para que la propuesta aprobada en el G7 tenga eco en el G20.

No obstante, Guzmán consideró que la discusión en cuestión de aplicar un impuesto a las multinacionales «es algo positivo, pensamos que el hecho de que se esté discutiendo es un paso en la dirección correcta».

Hay mucha expectativa internacional sobre este tema, uno de los tantos, además de nuevas formas de financiamiento para países que no logran salir del azote de la pandemia.

Asimismo, el encuentro del G20 será el marco elegido para continuar debatiendo el alcance de la asignación de 650.000 millones de dólares del FMI a los países miembros, donde la Argentina le corresponderán al menos unos 4.350 millones de dólares, como una de las medidas más urgentes para ayudar a aliviar la crisis de reservas y financiamiento de los países de ingreso medio y bajos.

El proceso de aprobación de la Junta de Gobernadores del FMI y del directorio ejecutivo del organismo demandará unas semanas más y la medida podría estar operativa a fines de agosto, precisó a la prensa el vocero del FMI, Gerry Rice.