Por Fabrizio Turturici

El sol de diciembre destella sobre el dorado escudo de AFA que decora la pared de calle Viamonte, símbolo de la opulencia del fútbol situada en el corazón de Buenos Aires. Mientras, enérgicas correntadas de viento resoplan y hacen tambalear las asociaciones del mundo futbolístico, desde FIFA para abajo. Los casos de corrupción siguen cayendo como lluvia ácida y van dejando estragos y caídos. Blatter, genial discípulo de Julio Humberto Grondona, ya se ahogó en sus propios chanchullos. Platini está complicado en la UEFA. Y Napout ya se despidió de la Conmebol. Las investigaciones llevadas a cabo por Estados Unidos parecen estar brindando sus frutos, y eso que recién comenzaron.

Desde el país más austral del mundo, una legisladora porteña se encarga de poner su granito de arena por un fútbol más trasparente. Ella es Graciela Ocaña, dirigente política que actualmente se desempeña como legisladora por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Incansable en sus luchas y conquistas sociales, no abandona la pelea ante una de las mafias más peligrosas de la Argentina: la del fútbol. Fue ella misma quien impulsó que se investigue la ruta del dinero de Fútbol para Todos, la malversación de fondos, ciertas irregularidades y casos directos de corrupción. Y es gracias a ella que la jueza Servini de Cubría mandó veedores a la AFA.

En diálogo exclusivo con Conclusión, Graciela Ocaña, fiel a su estilo, no tuvo pelos en la lengua para enunciar sus declaraciones más potentes sobre “la mafía del fútbol”.

En principio, la legisladora se refirió a las frustradas elecciones en AFA: “Todos los argentinos pensamos que fue una verdadera vergüenza lo que pasó. Resulta inadmisible que Luis Segura no haya podido realizar una votación de setenta y cinco sufragios. Hay que terminar con las mafias que han tomado al fútbol. Tenemos clubes fundidos y presidentes enriquecidos. Me parece que claramente se tiene que cambiar. Tinelli y una serie de dirigentes nuevos intentaron tomar el control en la AFA y ojalá lo puedan hacer. Que Segura ahora busque una lista de consenso claramente demuestra que el que ganó la elección fue, aunque por muy poco margen quizás, Marcelo Tinelli.

— ¿Pensás que puede haber un cambio radical con Marcelo Tinelli?

— No lo sé. Él habla mucho de transparencia y cambio. Yo creo que hay cosas que se pueden hacer rápida y fácilmente. Espero que las tome en cuenta y las lleve adelante. Básicamente se trata de transparentar, brindar información, salir del oscurantismo propio del grondonismo que Luis Segura ejerce ahora en la AFA.

— ¿Es viable, hoy, una intervención en AFA?

— Lo veo difícil porque existe una teoría de que la FIFA podría excluir a Argentina de los torneos internacionales, lo cual sería un enorme retroceso. De todas formas, yo he pedido que la jueza Servini de Cubría investigue el uso de Fútbol para Todos y nombre a un veedor (ella decidió nombrar tres veedores) y están haciendo un gran trabajo. Eso es importante.

— ¿Cómo tiene que ser manejado el FPT con el próximo gobierno?

— Hay que trabajar mucho para que Fútbol para Todos, que es del Estado, sea transparente. Que los recursos lleguen a los clubes y ellos puedan ordenar sus números. Se acaba de conocer un informe de los veedores que trabajan con la jueza Servini de Cubría en donde uno de los que más dinero recibió y más se endeudó, fue Independiente. Entonces hay que terminar con esas mafias que tanto daño han causado en Argentina y también en el fútbol.

— ¿Qué te genera el pedido de captura sobre José Luis Meiszner?

 — Nosotros sabíamos que tarde o temprano, Meiszner iba a ser acusado por los Estados Unidos, básicamente porque en la segunda acusación de la fiscal (Loretta) Lynch establecía que Datisa S.A. de la cual los Jinkis (Mariano y Hugo) y Burzaco son socios y compraron todos los derechos por veinte años de la Copa América y otros torneos del continente, como la Conmebol y distintas organizaciones, habían cobrado todos sus integrantes. Se hablaba, en esta acusación, que los presidentes de las asociaciones de Argentina y Brasil habían cobrado 3 millones de dólares y otros funcionarios un millón y medio de dólares. El resto de la comisión 500 mil dólares. Siempre pensamos que, dentro de esos funcionarios que cobraron, estaba Meiszner. Por eso a mí no me sorprendió. Nosotros ya en agosto le habíamos pedido a la jueza la traducción de esta acusación, que era menos conocida pero no por eso menos válida.

El caso de Argentina es un caso particular. Porque en el mundo siempre son empresas privadas que han comprado estos derechos de trasmisión y a su vez, con el dinero de estas empresas, pagan sobornos. En cambio acá, se hacen con dinero público. Dinero que salió de la Jefatura de Gabinete, que le pagó a la empresa de Burzaco (tampoco sabemos bien por qué, ya que no era la titular de los derechos). Y en definitiva, por un lado el Estado pagaba y por el otro había dirigentes que cobraban esos fondos por coimas. Todos sabemos muy bien los lazos que tiene la familia Meiszner con el señor Aníbal Fernández.

— ¿Puede quedar enganchado Luis Segura?

 — Yo creo que sí. Tarde o temprano va a caer. Porque no podía desconocer lo que estaba pasando. Además, él también es tesorero de la Conmebol y todo el mundo sabía que estaban ocurriendo cosas extrañas. Lo raro es que a diferencia de lo que ha sucedido con todas las federaciones, cuyos presidentes renunciaron en los últimos meses, acá no pasa nada. Pero me parece que en cualquier momento puede pasar. La clave es lo que aporte Burzaco en su declaración del día 18 de diciembre. Habrá novedades importantes…