Grabois cruzó a Fernández: «Al asumir te conmovió un niño que comía cartón, ¿pensás que ahora come carne?»
El actual presidente dijo durante el fin de semana que la pobreza "está mal medida", porque "si hubiera un 40,1%" de la población en esa situación, "el país estaría estallado".
- Nacional
- Dic 4, 2023
El referente del Frente Patria Grande, Juan Grabois, salió este lunes a responderle al presidente Alberto Fernández, quien cuestionó las mediciones de pobreza que realiza el Indec, y señaló que el balance general de este Gobierno «es pésimo» y «hay que hacerse cargo», a la vez que planteó que no estaría mal que el actual mandatario pida «perdón» a los pobres, a los que les prometió «empezar por los últimos» y «siguen últimos».
En dialogo con Noticias Argentinas, Fernández sostuvo que la pobreza «está mal medida», porque «si hubiera un 40,1%» de la población en esa situación, «el país estaría estallado». A la vez, planteó que el error estadístico nace en que la medición se realiza a través de la Encuesta Permanente de Hogares, donde -dijo- «hay gente que no dice toda la verdad» porque «si manifiesta que tiene un plan, después empieza a mentir porque tiene miedo de que se lo quiten».
«Alberto, durante la campaña 2019 prometiste empezar por los últimos para llegar a todos y cuando comenzó el mandato convocaste una mesa contra el hambre. En ese momento, las escandalosas cifras de pobreza que había dejado el presidente (Mauricio) Macri, que asumió con la consigna ‘Pobreza 0’, te sacaban lágrimas. ¿Te acordás del niño que comía cartón mojado en Moreno, que te lo contó (Esteban) el Gringo (Castro) y tanto te conmovió? ¿Pensás que ahora come carne, leche, frutas y verduras?», escribió Grabois, en un comunicado difundido a través de la red social X (antes Twitter).
«Tenías razón en tu zozobra de entonces: los indicadores sociales de 2019 arrojaban un panorama desolador. El 35,5% de la población en la pobreza y el 8% en la indigencia. Fueron precisamente esos indicadores sociales los que me llevaron a mí y a muchos compañeros a pensar que con la lucha social no llegábamos a todos y teníamos que abordar la lucha política; esas cifras nos llevaron a participar de la campaña del 2019 en el Frente de Todos y llevarte a la presidencia», marcó el referente del Movimiento de Trabajadores Excluídos (MTE) en su mensaje dirigido al actual mandatario.
Y acentuó: «Hoy, las cifras son objetivamente peores: pobreza en 40,1% e indigencia al 9,3% (en el primer semestre), todo indica que para diciembre los números serán aún más alarmantes. El sistema de medición es exactamente el mismo. Esta es la realidad, que es la única verdad. Hay que hacerse cargo. La Argentina sí está estallada, Alberto. Solo que ya nos acostumbramos; no explota, implota. Hace menos ruido, pero la gente se desangra por dentro».
En ese marco, Grabois consideró que el hecho de que el actual presidente no pueda explicarse las cifras de pobreza que hay en un contexto de crecimiento de empleo, dejan a la vista un «grave problema de comprensión» por parte del mismo, ya que no tiene en cuenta que la economía del país que gobernó tiene la mitad de su fuerza de trabajo informalizada o registrada bajo modalidades precarias como el monotributo.
«Hay una enorme cantidad de trabajadores que son pobres aún con empleo registrado de jornada completa: una injusticia nueva, grave e imperdonable, porque resolverla está al alcance de este gobierno», remarcó el dirigente social, que disputó las pasadas PASO nacionales dentro de la interna presidencial de Unión por la Patria.
Aun así, para Grabois, el hecho principal a tener en cuenta es que los últimos por los que dijo Fernández que empezaría a gestionar al llegar a la Casa Rosada -aquellos que no tienen salario estable, convenio colectivo, paritarias, aguinaldo ni vacaciones- fueron finalmente quienes más sufrieron la brutal reducción de su poder adquisitvo, a raíz de una fórmula de fácil asimilación: aumento de precios sin incrementos de ingresos indexados.
«Que además digas que los índices de pobreza se explican porque los pobres subdeclaran sus ingresos ya me parece una bajeza gorila, cuando lo que en realidad sucede es que son los más ricos -entre ellos, no pocos políticos, sus amigos empresarios, testaferros, etc.- los que mienten en las declaraciones para no pagar impuestos o cosas peores. Esa mentalidad -los pobres mienten, los pobres compran dólares, viajan en yate, reciben demasiado, las organizaciones sociales son un obstáculo- precisamente, explica en cierta medida por qué aumentó el PBI y no se redujo la pobreza», expuso el referente del Frente Patria Grande.
«En vez -continuó- de universalizar definitivamente el salario social para que alcance a los cinco millones de excluidos del empleo registrado y eliminar así la indigencia y cualquier forma de intermediación, se cuentan las costillas de cada pobre como si se fuera a encontrar entre las personas que reciben este magro complemento de ingreso a los grandes responsables de los problemas del país y se pone en a las organizaciones sociales el chivo expiatorio del drama económico que las hizo nacer. Un buen día, no se habló más del impuesto a la renta extraordinaria ni de que la deuda la paguen los que la fugaron. El problema pasó a ser si la gente no busca trabajo porque se conforma con cobrar un ‘plan’ equivalente a la compra de una semana de alimentos. Está bien para un diario finoli, pero ¿un gobierno popular con ese discurso?».
En ese contexto, el ex precandidato a presidente dijo que los integrantes de la experiencia fallida que constituyó el Frente de Todos deben asumir -en mayor o menor medida- responsabilidades y pedir disculpas de cara a la sociedad que no consiguió representar a lo largo de la gestión, a tal punto que -como puede verse en los indicadores cuestionados por Fernández- los números de pobreza e indigencia empeoraron.
«Ellos, ellas, sobre todo los niños, por los que íbamos a empezar y siguen postergados, más postergados que antes, merecen que les pidamos perdón, que hagamos una reflexión profunda para comprender que hicimos mal como conjunto, cada sector, cada dirigente, cada militante, para que nunca más se repita que un gobierno que se autopercibe y proclama popular y peronista, en un contexto de crecimiento del producto bruto y aumento de la actividad, tenga estos niveles de pobreza e indigencia. Yo pido humildemente perdón por la parte que me toca, sea grande o pequeña, Dios sabrá», publicó.
Esto -aclaró- no quiere decir que la totalidad de las acciones llevadas adelante fueron erradas, ya que -valoró- hubo políticas públicas acertadas y posiciones adecuadas en algunos temas, pero el balance general «es pésimo y hay que hacerse cargo». Razón por la que entiende que Fernández, en su rol de máxima autoridad del Gobierno y del principal partido de la coalición oficialista, debería también sumarse al pedido de disculpas.
«Deberías hacer lo mismo. Sin excusas, sin anestesia, sin repetir lo que todos ya sabemos de la pandemia y la sequía y la guerra y la mar en coche, sin volver a caer en la idiotez cíclica de echarle la culpa a las mediciones por la realidad que miden. Los problemas no van a resolverse pidiendo perdón, pero en algún punto sería reparador para la sociedad en su conjunto y para todos nosotros, los que vamos a quedarnos en Argentina, posiblemente perseguidos y seguramente demonizados en una proporción muy superior a nuestra responsabilidad personal en la situación social y política del país», argumentó.
«Convencidos de nuestros principios, vamos a dar el debate frente a los que los que quieren justificar en esta realidad tristísima un programa deshumanizado y antinacional, un dogma según el cual la justicia social es una aberración y la redistribución de la riqueza un factor que atrasa. Vamos a hacerlo remando en dulce de leche. Por eso, para todos nosotros y nosotras que en 2019 votamos y llamamos a votar tu boleta, que integramos la coalición como simples militantes o altos funcionarios, a los que no pudiste liderar en un proceso de reconstrucción nacional, hacelo ahora pidiendo perdón, en nombre de todos, a esos hombres y mujeres por los que íbamos a empezar, a los pobres, que llegaron últimos, siguen últimos, y ahora son dos millones más», concluyó Grabois.