Por Fabrizio Turturici

El flamante acuerdo de Argentina con los holdouts, anunciado por el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat Gay, permitirá atraer inversiones para combatir la inflación, reducir el déficit fiscal y generar numerosas fuentes de trabajo, entre otras ventajas.

En primer término, el arreglo con los buitres más duros significa para la cotidianidad argentina salir de default. “Estábamos en el Veraz, entonces nadie nos prestaba. Teníamos que recurrir a una cueva, a tasas de intereses muy altas”, explicó a Conclusión el periodista especializado en economía Mariano Gorodisch.

“El problema de Argentina es que tiene déficit fiscal. O sea, gasta mucho más de lo que recauda: el rojo es de $1.000 millones por día. Al tener semejante pérdida, el Banco Central de la República Argentina tiene que imprimir billetes. Al emitirlos, lo que está generando, es una inflación siempre creciente”, agregó el redactor de El Cronista y autor del libro ‘Cómo hacer para que el dinero trabaje para vos: 77 ideas que te van a sorprender’.

Con las inminentes modificaciones, “vamos a poder endeudarnos en el plano internacional. Esto implica que el BCRA no tendrá que imprimir billetes y la inflación, gradualmente, tenderá a bajar”, resumió Gorodisch.

Aunque la deuda no se saldará con reservas del BCRA. Lo que hará es “emitir bonos, que implica endeudarse a tasas bajas”. Al salir del default, ya no es una cueva la que te presta, sino el banco internacional. “Si antes pagábamos tasas de dos dígitos, quizá ahora podremos hacerlo de uno”, sintetizó el economista.

No obstante, para que el plan de pago fructifique, el Gobierno de Mauricio Macri debe primero ganar la batalla parlamentaria. Esto significa: conseguir quórum en el Congreso de la Nación para derogar las leyes de Cerrojo y Pago Soberano.

Si el Gobierno no logra derogar las leyes, no podrá pagar los U$S 15.000 millones correspondientes el 14 de abril “y volvemos a foja cero. Pero Cambiemos ya tiene todo acordado con los bancos, que son los que nos van a prestar. Y en cuanto al Congreso, tiene mayoría, así que no habrá problema”, analizó Gorodisch, pese a que el núcleo más duro del Frente para la Victoria anunció que no respaldará en el recinto el acuerdo con los buitres.

Al referirse al arreglo en sí, algunos opositores —con Sergio Massa a la cabeza—, enfatizaron que Mauricio Macri demostró más apuro y ansiedad por resolver los problemas de los ricos que por proteger el bolsillo de los trabajadores. En contrapartida, convendría aclarar que el arreglo con los buitres duros es una gran noticia para la clase media.

“El Gobierno está protegiendo a los trabajadores a la larga, ya que salir del Veraz significa que vendrán inversiones. Esa plata de afuera, podrá ser utilizada para crear nuevos empleos, reducir la inflación, financiar provincias, municipios y empresas; generar obras de infraestructura, entre otras cosas. Está claro que esto no se ve mañana, sino el año que viene”, expresó Gorodisch.

A continuación, el especialista en economía y finanzas, atinó a responder algunas preguntas básicas cuya respuestas todo ciudadano está ávido por conocer:

¿Se podrá reducir el déficit fiscal a partir de este acuerdo? “Sí. Y se podrá reducir sin tarifazos de por medio, sin ajuste, sin devaluación. Es una grata noticia para la clase media”. ¿Podrá el país endeudarse a tasas más bajas y razonables como el resto de los países sudamericanos? “Bolivia emite al 4%, Chile al 2… y nosotros estamos en 8% luego de haber estado al 15%”. ¿Cuándo llegarán las inversiones? “Los grandes fondos de afuera tienen obligación por estatuto de invertir entre el 5 y 10% de sus activos en países de América latina. Como Brasil está en crisis, la idea es que en Argentina, una vez que salga del mercado fronterizo y pase a ser un mercado emergente, empiecen a llover inversiones extranjeras. La idea es que se pueda emitir por U$S 30.000 millones”. ¿Dentro de cuánto aparecerán mejorías reales en la economía cotidiana? “Se estima que el último trimestre del año”, concluyó Mariano Gorodisch.