Germán Garavano, ministro de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, salió de defensor del «protocolo antipiquete», que restringe las protestas sociales, en medio de las repercusiones negativas que había tenido de parte de los sectores opositores y organismos de Derechos Humanos.

«Hay que esperar a ver cómo funciona antes de elaborar críticas en abstracto», aseguró el funcionario en declaraciones a la Rock and Pop, agregando que no ve «cuestiones anticonstitucionales» en el protocolo y por ende no ve «válidas las críticas».

No obstante, también defendió el protocolo afirmando que «el gobierno anterior se cansó de reprimir«, recordando «las imágenes de Gendarmería en Panamericana», cuando se desalojó a los trabajadores de la línea 60 que cortaban dicha autopista.

En otro tema, el ministro se refirió a Carlos Rosenkrantz y Horacio Rosatti, anunciando que una vez que se puedan aprobar los pliegos de ambos para cubrir las vacantes en la Corte Suprema, intentarán sostener el número de cinco miembros, descartando, en principio, una composición más numerosa. «Vamos a tratar de que funcione con cinco miembros. Después se verá. Eso es lo que tenemos que lograr», aseveró.

De cumplir con dicho objetivo, Garavano aseguró que «se anotaría un logro» para el actual gobierno, ya que «el kirchnerismo no pudo en sus últimos dos años completar los cinco miembros de la Corte Suprema teniendo mayoría en el Senado».