Por Aldo Battisacco, desde Buenos Aires (Enviado especial)

La Cámara de Diputados arrancó a sesionar este mediodía buscando convertir en ley el proyecto de reforma al impuesto a las Ganancias que ayer votó favorablemente el Senado, que establece elevar el mínimo no imponible, una nueva escala y nuevas deducciones para aliviar el costo que tiene la aplicación de este tributo en los salarios.

La previa

La comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados dio este miércoles dictamen favorable al proyecto de reforma del impuesto a las Ganancias aún con el rechazo del Frente para la Victoria y la izquierda. Este jueves se le daría sanción definitiva en el recinto.

En la sesión extraordinaria donde se dio el paso clave para la conversión en ley, Cambiemos contó con el respaldo del Frente Renovador, del bloque Justicialista de Diego Bossio, Peronismo para la Victoria y el interbloque Progresistas, mientras que el FPV-PJ insistió con la firma de un dictamen de minoría idéntico al proyecto que obtuvo sanción en Diputados hace 15 días con el acuerdo de todo el arco opositor.

En la apertura del debate, el presidente de la comisión, Luciano Laspina, valoró la «comprensión» que tuvieron diputados de la oposición, en una evidente alusión al massismo y el bloque Justicialista, «de que Argentina necesitaba reducir los enfrentamientos, buscar consensos y reunir a todos en una mesa».

Por otro lado, el diputado de la Coalición Cívica Fernando Sánchez advirtió que anterior proyecto opositor hubiera descargado el peso fiscal sobre las provincias, lo que hacía necesario encauzar la discusión «con responsabilidad», teniendo en cuenta también que es el «segundo impuesto más importante» de la estructura de ingresos del Estado después del IVA.

«Los gobernadores sólo pidieron sensatez y lo más importante es que lo hicieron mas allá del signo político», ponderó Sánchez.

Al tomar la palabra, el diputado massista Alejandro Grandinetti ratificó su apoyo al dictamen del oficialismo, aunque recordó que «en la última semana no se actuó bien», en referencia a forma en que el Poder Ejecutivo negoció a último momento y a las apuradas el proyecto con los gobernadores y la CGT.

Quien sorprendió con su apoyo al dictamen fue el bloque del Peronismo para la Victoria (Movimiento Evita): Araceli Ferreyra dijo que esperaba que el Senado hubiera aprobado un proyecto «más cerca» del que Diputados había votado hace  dos semanas, «pero de todos modos» respaldarían este jueves en el recinto porque -sostuvo- «es una mejora y nosotros tenemos una responsabilidad».

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Por su parte, una vez concluida la reunión el ex ministro Axel Kicillof, en diálogo con Conclusión abrió fuego contra el oficialismo, al que acusó de haber generado una «campaña de verdadero terror y confusionismo respecto de un proyecto que habían votado 140 diputados», y calificó como un «disparate» la estimación de la AFIP acerca del costo fiscal que entrañaba esa iniciativa, que naufragó por presión de la Nación y de los gobernadores.

«El impuesto que acaba de tener media sanción del senado para algunos segmentos del salario es peor del que había mandado Cambiemos originalmente, y peor del que tiene media sanción de Diputados. Nuestro proyecto no era irresponsable, y a las provincias les salía 0. Lo que pasa que Macri sacó los impuestos a la renta financiera, a los bienes personales, a los autos de alta gama, y a las exportaciones mineras», agregó Kicillof.

En relación al compromiso del gobierno para reformar el sistema tributario, indicó que “el proyecto plantea un montón de cosas para 2018, cuando se proyectan modificar los impuestos. Hay muchas inconsistencias por parte del gobierno”, enfatizó.

«La recaudación de este año es de 100 mil millones de pesos y ellos decían que tenía como costo fiscal 120 mil millones de pesos. Es una disparate que tenía como objetivo generar terror para convencer a todo el mundo de que nuestro proyecto era irresponsable», aclaró el exministro de Economía, que deberá definir en conjunto con sus pares del FpV si este jueves se van a abstener en la votación o a expresarse en contra.

Para Kicillof, en Diputados «nadie votó con irresponsabilidad» ya que el costo fiscal no «era desaforado sino «ligeramente superior», pero que se compensaba con la restitución de impuestos como los gravámenes a la renta financiera y a los exportadores más concentrados.

«Lo mejor para salir de esta encerrona es volver a votar el proyecto que salió de Diputados. Vamos a insistir con el dictamen tratando de buscar una mayoría», anticipó.

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El diputado Néstor Pitrola, adelantó a este medio que el Frente de Izquierda firmaría su propio dictamen y que no acompañará el proyecto oficialista porque, según dijo, es la «legitimación de la confiscación del salario».

El legislador del Frente de Izquierda de los Trabajadores (FIT), tildó de «estafa» al proyecto que obtuvo dictamen «porque perjudica al conjunto del movimiento obrero argentino» dado que «el proyecto que «acordó la CGT con Macri no tenía costo fiscal y han aumentado modestamente el mínimo no imponible que se lo comerá la paritaria del año que viene, es decir que el millón y medio que paga ahora lo hará el añ0 que viene».

«Y lo que que es peor, hicimos cálculos de un ingreso de un soltero de 27 mil pesos, pagará más con este proyecto que con el inicial de Macri, alguien que cobra 30 mil pesos también pagará más, porque han alterado fuertemente porque han alterado las alícuotas y las escalas, que es lo que el trabajador no ve y se reflejará en los recibos de sueldo con las paritarias», especificó el diputado del FIT.

Seguidamente, Pitrola explicó que las escalas «subirán de a 20 mil pesos, y antes lo hacían desde los 60 mil,este achique de la franja condena a los trabajadores a pagar más», y agregó que el logro sobre horas extras y francos trabajados «parece que se trata de un arreglo del gremio camionero que habría negociado Moyano a solas en Olivos. Lo único que puede pesar es que hay hasta un 40% de los viáticos que se exceptuan porque es un tipo de salario precario de camioneros y las horas extras están incluidas pero no entran para el cambio de escala».

Inmediatamente aclaró que «el aguinaldo pagará este impuesto, cuando en realidad los presidentes lo exceptuaban, quiere decir que ahora por ley el trabajadores quedará confiscado por tiempo indeterminado y esto los empujará a la lucha para pedir su anulación».

La normativa que el Gobierno buscará refrendar en Diputados reduciría a 1,4 millones el universo de trabajadores y jubilados comprendidos en el régimen de Ganancias, que actualmente alcanza a 2,2 millones.

Entre sus puntos centrales, llevaría el mínimo no imponible a El nuevo mínimo no imponible a 37.000 pesos brutos para casados con dos hijos, y a 27.941 pesos brutos para solteros: este piso será actualizado de manera automática en base al índice RIPTE.

Además, se incorporarán deducciones por alquileres (hasta un 40 por ciento del valor), por horas extra, feriados y viáticos.

En cuanto a las vías de financiamiento, se incluirá un impuesto del 15 por ciento a las apuestas de juegos de azar (online y en casinos), un impuesto por única vez a los contratos de dólar futuro celebrados el año pasado, y coparticipación de Aportes del Tesoro Nacional para ayudar a las provincias, que comparten con Nación la recaudación de Ganancias.

También habrá una modificación sustancial de las escalas, que en el caso de los monotributistas se incrementarán un 75 por ciento, en tanto que los jueces, funcionarios y empleados judiciales que ingresen a partir del 1 de Enero comenzarán a tributar el impuesto, del que estaban exentos.

El Senado aprobó el proyecto de reforma del Impuesto a las Ganancias