MARTES, 26 DE NOV

Fuerzas de seguridad reprimieron a las organizaciones sociales en los alrededores del Congreso

El avance de los uniformados se produjo alrededor de las 17.30, cuando las agrupaciones cortaron por completo la traza de la avenida Rivadavia. Los activistas denunciaron ante la prensa haber recibido "palazos" y "gases"

 

Efectivos de la Gendarmería y de la Policía Federal intervinieron este miércoles para «desalojar» a manifestantes de agrupaciones políticas de izquierda y de organizaciones sociales ubicados sobre la avenida Entre Ríos, frente al Congreso Nacional, con el objetivo de «liberar la vía pública» que habían ocupado como parte de la protesta contra los proyectos impulsados por el Gobierno.

El avance de los uniformados se produjo alrededor de las 17.30, cuando los manifestantes cortaron por completo la traza de la avenida Rivadavia.

A las 18, tanto el operativo de las fuerzas de seguridad como la presencia de los propios activistas obstaculizaban dos carriles de la avenida Entre Ríos frente al Congreso y la totalidad de la traza de la avenida Rivadavia en su intersección con Callao y Entre Ríos.

Inicialmente hubo un avance de gendarmes y policías sobre la multitud y se registraron escaramuzas entre ambos sectores en la pugna por los espacios, pero luego los ánimos se calmaron en medio de la movilización.

Los activistas denunciaron ante la prensa haber recibido «palazos» y «gases» por parte de las fuerzas de seguridad que intentaban cumplir con el protocolo antipiquete dispuesto por el Ministerio de Seguridad, que conduce Patricia Bullrich.

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Entre los participantes de la protesta, en su mayoría militantes del Polo Obrero (PO), el Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS), el MTR Teresa Vive y el Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST), se encontraban Celeste Fierro y Patricio Del Corro, ambos legisladores porteños del Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT-U), y el dirigente Eduardo Belliboni.

«Nos gasearon, había periodistas de medios públicos e internacionales. Gasearon a todos, y a los palazos. No hay estado de sitio en Argentina, no sé quien se lo dijo a Patricia Bullrich. Tenemos derecho a manifestarnos. Los delincuentes están adentro del Congreso», dijo Del Corro.

La represión por parte de las fuerzas de seguridad tuvo el contundente rechazo de los legisladores del FIT, Myriam Bregman y Nicolás Del Caño, quienes repudiaron el accionar en sus cuentas peronales de la red social X.

Por su parte, el delegado de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (Agtsyp), Claudio Dellecarbonara, también denunció el accionar de las fuerzas de seguridad en el lugar y calificó al operativo de «inconstitucional».

«Vamos a seguir en las calles. Está en riesgo el futuro de nuestros hijos y nuestros nietos. No te quedes en tu casa», señaló Dellecarbonara.

También Belliboni planteó que la protesta frente al Congreso «desborda de gente», recalcó que el operativo «es ilegal» y sostuvo que «el paro de la CGT y la CTA se hace más importante que nunca».

«Deben lanzar el paro para que no se vote esta ley», apuntó Belliboni al reclamar una nueva medida de fuerza, y añadió que el Gobierno quiere «represión para el pueblo, medidas para los más ricos y pobreza y miseria para los trabajadores».

Militantes y dirigentes de organizaciones sociales, de derechos humanos, de la cultura, estudiantiles, sindicatos combativos, asambleas barriales y partidos de izquierda comenzaron a concentrarse desde el mediodía frente al Congreso, donde realizan una «vigilia de necesidad y urgencia» en rechazo al proyecto de ley «Bases» que es debatido en la Cámara baja.

El Gobierno desplegó en el lugar un amplio operativo de seguridad compuesto por efectivos de Gendarmería Nacional y de la Policía Federal.

Un vallado metálico fue colocado en todas las veredas de la sede del Parlamento, mientras los efectivos de las fuerzas se desplegaron en las avenidas aledañas.

 

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