Por Aldo Battisacco -Enviado especial a Buenos Aires – El senador nacional del Frente de Todos, Marcelo Fuentes en la sesión especial del Senado en la que se repudió el golpe de Estado en Bolivia, se dirigió a Federico Pinedo, y le dijo que la mayor forma de «estupidez en política es no tener conciencia de cual es el interés nacional».

«Es un digno fin, de un ciclo de política exterior caracterizada por una mezcla de tilinguería de un Canciller cuya ineptitud para el cargo a dejado evidenciada a todas luces, no solo con los últimos actos de haber interpuesto medida cautelares contra la adjudicación de las áreas licitadas con consentimiento de la cancillería en el área se influencia de Malvinas a empresas vinculadas con los kelpers ingleses, fue una política de apertura y renuncia irrestricta que caracterizó a este gobierno solo se justifica en la estupidez de no entender cual es el interés nacional que esta en juego», señaló Fuentes.

Tras contar algunas experiencias como embajador en Bolivia, el legislador neuquino, comentó sobre el denominado fraude, «a partir de un problema de carga de datos, producto de haberse salteado el protocolo de comunicación para cambios de la infraestructura, la empresa Neotec, propiedad del empresario Marcel Guzman, socio y amigo personal del candidato Carlos Mesa, que llevaba el conteo resolvió suspender el conteo. Esto se preparo con anterioridad, la empresa suspende el conteo allanando el terreno para acusar a Evo Morales de ocultar los resultados».

Al día siguiente la OEA «consideró que el escrutinio se dio en el marco de una situación compleja y los resultados finales sorprenden y preocupan», y que generaron en la sociedad una perdida de confianza del proceso electoral», pero «no responsabilizan a al empresa que lleva el recuento, si lo hicieron con Evo Morales».

Fuentes sostuvo además que los funcionarios argentinos no tiene la menor idea de la idiosincrasia boliviana, reconocer el golpe es ayudar a «acelerar el enfrentamiento», y agregó, «recuerden los balcanes», «no espero nada de este gobierno, ni del Canciller ni del presidente, que no entiende nada de todo esto».

El congresista recordó cuando le pregunto a un Canciller de Bolivia «como se resuelven las diferencias» le respondió «primero discutimos después nos peleamos y luego nos matamos», y esto «es lo que pasará en Bolivia, es lo que no entiende este gobierno, cuales son las garantías que tonemos que dar a esa integralidad boliviana, es vital para el interés argentino que no se provoque la secesión y la ruptura territorial». que garantías

Haciendo historia

Cuenta como para entender el presente Carlos Alberto Lo Re, que el domingo 21 de julio de 1946, una «turba de exaltados asaltó el Palacio de Gobierno en Bolivia, el presidente Gualberto Villarroel fue asesinado y arrojado al vacío, su cuerpo y los de algunos de sus colaboradores fueron colgados, semidesnudos, en la Plaza Murillo de La Paz».

«Tres años antes el mayor Villarroel había derrocado al gobierno encabezado por el general Peñaranda representante de la oligarquía minera aliada a los intereses de Estados Unidos. Sus ideas nacionalistas se enfrentaron a los intereses de los barones del estaño. Durante su gestión fueron reconocidos los sindicatos, sancionado el derecho a pensión y abolidos el pongueaje y el mitaje antiguas formas de explotación del pueblo indígena», precisó Lo Re.

Enfrentó todo tipo de conspiración por parte de las corporaciones nativas e internacionales, las que gradualmente lo empujaron a prácticas represivas contra sectores populares que lo fueron llevando a una situación de inestabilidad y desgobierno.

«No soy enemigo de los ricos, pero soy más amigo de los pobres», esta definición lo llevó a la tumba. Villarroel había integrado un grupo de jóvenes oficiales nacionalistas héroes de la guerra del Chaco entre los que se destacaba el general Germán Busch.

No fue distinto el destino que corrió, Busch, quien asumió la presidencia de Bolivia en 1937, tenía 33 años. Una de sus primeras medidas de gobierno fue «nacionalizar las ganancias de la gran minería, creó el Banco Minero y el primer Código de Trabajo en el país, además de recuperar Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos YPFB».

Germán Busch se suicidó el 23 de agosto de 1939. Antes de descerrajarse un tiro en la cabeza manifestó: «…antes que estos vendepatrias y reaccionarios de mierda me destruyan, prefiero meterme un tiro».

Su cuerpo se desplomó en el piso de la habitación de su casa de la calle Rosendo Villalobos en la Paz a las 5,.30 de la mañana. A las 6 horas, cuando Busch aún agonizada, fue reemplazado en la presidencia por el general Carlos Quintanilla Quiroga, quien inmediatamente derogó el decreto-ley que obligaba a los barones del estaño a depositar las divisas extranjeras derivadas de las exportaciones en el Banco Central de Bolivia».

Exposición del senador Marcelo Fuentes:

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