«El mundo de hoy necesita personas especiales. Bergoglio no es un líder político pero está generando cambios que van más allá, transformaciones mentales. El viento fresco del papa Francisco llegó a católicos y no católicos y sus palabras a favor de la justicia social, así como su estilo, llevarán un nuevo impulso en esta fase de cambios a nivel global», resaltó la mandataria.

En una entrevista que le concedió L` Osservatore Romano, el diario vaticano, Cristina Fernández de Kirchner sostuvo que vio al Papa «sereno, seguro y consciente de la inmensa tarea de la Iglesia en el mundo» y, al respecto, señaló que el pontífice «está impresionado tras el viaje a Sarajevo y contento de haber visitado una ciudad que, tras haber sufrido, se ha convertido en un lugar de diálogo y convivencia pacífica».

La Presidenta también se refirió al rol de las mujeres en la política y afirmó que «de México a la Patagonia» son muchas «las que ocupan cargos de prestigio».

«El vértice del poder en la región ya no es monopolio masculino: Chile, Brasil, la Argentina y Costa Rica tienen presidentas mujeres, y la lista podría extenderse a todo el continente», avizoró Cristina Kirchner y agregó que «hay un lindo récord de presidentas, pero no hay que pensar que así es en toda la sociedad».

«Creo que todavía falta mucho, el poder es principalmente patrimonio masculino. En los medios masivos, en las cúpulas de las grandes empresas, en las instituciones internacionales, no hay paridad en el comando», planteó la jefa de Estado.

Indicó que «unos meses atrás, el Papa definió como un escándalo la disparidad salarial entre hombres y mujeres» y, en  este sentido, señaló que «Bergoglio tiene razón, porque las mujeres trabajan en promedio más que los hombres porque al rol en la familia se suma el rol profesional».

«El camino a seguir es largo y todavía estamos en un continente donde millones de mujeres continúan siendo víctimas de discriminación y violencia», subrayó la mandataria y aludió a la movilización Ni una menos, realizada la semana pasada en la Argentina, por la cual miles de personas se congregaron en plazas públicas a repudiar los femicidios y la violencia de género.

«El último femicidio provocó una reacción espontánea, importante y transversal en la sociedad argentina. En abril pasado, una joven de 14 años, embarazada, fue asesinada por su novio, de 16 años, y enterrada en el jardín de su casa con ayuda de los padres de él. Pocas horas después de la difusión de la noticia, nació el movimiento Ni una menos, que promueve una cultura de igualdad y respeto», describió.

Expresó que «el llamado se difundió rápidamente en las redes sociales y con el boca en boca: políticos, gente del espectáculo y del cine, periodistas y sobre todo cientos de miles de ciudadanos se sumaron a la manifestación que llenó las plazas de las ciudades».

«Eran mujeres, la mayoría, pero también miles de hombres de todas las edades y clases sociales, algunos con niños en brazos. Una movilización importante», añadió la Presidenta.