El presidente Alberto Fernández participó este lunes, de forma remota, del plenario de la Central de Trabajadores Argentinos. En su discurso consideró que «la pandemia puso sobre la mesa la desigualdad que había en la Argentina» y aseguró que «un Estado inteligente no es un Estado chiquito, sino es que es un Estado del que no se rían los poderosos».
Durante la apertura del plenario de la central obrera encabezada por Hugo Yasky, y donde estuvieron los secretarios generales de la CTA de todas las provincias, el Presidente remarcó: «Hemos recibido un Estado absolutamente destruido. En condiciones francamente patéticas. Pero nos hemos impuesto la obligación de preservar las empresas y las fuentes de trabajo».
El Presidente agradeció la invitación y reconoció que así como se unió el arco político del peronismo, le «encantaría lograr la unidad de los que trabajan» porque eso los haría «más fuertes» y remarcó que los sindicalistas tienen que ser «protagonistas centrales» del debate acerca del país que hay que construir. «Así como logramos la unidad política con Cristina y con Sergio, me encantaría lograr la unidad de los trabajadores, pero no soy yo quien tiene que decidir eso», aseguró.
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El primer mandatario también se refirió a a algunas críticas a diferencias y debates que se dan en el marco de la construcción política del Frente de Todos y argumentó: «Nos quieren hacer creer que porque Alberto habló con uno y no con otros, Alberto sabe bien a quiénes representa. Sabe que del otro lado de la pantalla hay gente que quiere construir el mismo país que yo. El primer compromiso es con quienes nos votaron».
En esa misma línea ponderó la importancia de supera las diferneicas y aseguró. «Cuando nos convencieron de que no podemos convivir con nuestras diferencias, Macri fue presidente. No nos tenemos que olvidar de los que nos pasó», expresó, en tanto que pidió no dejar «que nos separen y enfrenten».
En cuanto al complejo presente que enfrenta el país, en el contexto de la pandemia de coronavirus, Fernández consideró que «estamos viviendo un tiempo difícil y único en la Argentina y el mundo». «El tiempo nos obliga a repensar el presente y el futuro», manifestó y aseguró que «nadie sabe dónde está el final de este tiempo de enfermedad que nos toca enfrentar». «Sabemos que debemos dar esta pelea preservando la salud de la gente. No tiene sentido pensar en un futuro donde a las fábricas la gente va a enfermarse», expresó.
También, el jefe de Estado aseguró que estamos en un momento en el que el virus «está apareciendo con más frecuencia». «No sé si con más fuerza, pero sí con más frecuencia. Eso nos obliga a estar atentos porque está lejos de haberse terminado el problema», remarcó. Y agregó. «Sólo Dios sabe cuánto tiempo más nos queda de pandemia. Sí sé que hemos logrado preservar muchas vidas de argentinos. Tenemos que estar orgullosos y convencidos. No es que fuimos particularmente inteligentes, simplemente vimos lo que hicieron otros e hicimos lo contrario», explicó Fernández.
Por otra parte, afirmó que el Estado busca que aquel que está trabajando «tenga la tranquilidad de que ayudarán a su empleador a pagar los salarios». «Cuando hablamos del IFE, los primeros cálculos dieron que alcanzaría a cerca de dos millones de personas que estaban fuera del sistema. Así empezamos, pero de repente vimos que ese número no paraba de crecer y llegamos a 9 millones de argentinos».
Y en esa misma línea, el Presidente remarcó: «Un Estado inteligente no es un Estado chiquito. Es un Estado del que no se rían los poderosos. Es un estado que preserve la igualdad e intervenga para eso, para que nadie se abuse del otro», consideró el primer mandatario. «Todo esto son temas que tenemos que abordar para adelante y pensar juntos. Ustedes tienen que ser protagonistas centrales de este debate».
«Sepan que acá tienen un compañero que ahora ejerce la presidencia pero sepan siempre que es un compañero de ustedes. Tenemos que poner de pie a la Argentina otra vez», subrayó al cierre, para luego recibir el aplauso de todo el arco sindical de la CTA.
