El presidente Alberto Fernández y el ministro de Economía, Martín Guzmán, se reunieron durante la tarde de este miércoles en Casa Rosada con autoridades de las 23 provincias del país, para detallar cómo avanzan las negociaciones para reestructurar la deuda contraída con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

La exposición de Fernández y Guzmán comenzó pasadas las 17 y se llevó a cabo en el Museo del Bicentenario de la Casa Rosada. Allí, ambos funcionarios brindaron detalles de la negociación que lleva adelante el Gobierno con el FMI por la deuda de 45 mil millones de dólares que contrajo la Argentina con ese organismo en 2018.

Al comenzar su intervención, el presidente reafirmó que “es muy grave” el problema de la deuda externa de la Argentina, tanto con acreedores privados, como con el FMI, y advirtió que esa situación generará “un fuerte condicionamiento”, no sólo para la actualidad, sino también “en los años venideros”.

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Asimismo, Fernández detalló que entre 2015 y 2019, la deuda con acreedores externos se incrementó en “más de cien mil millones de dólares”. Además, el mandatario pidió ver la problemática de la deuda externa como una “secuencia” y no interpretar un eventual acuerdo con el FMI como un “punto definitivo o de llegada”.

“Parte ya lo hicimos. El año pasado logramos reestructurar la deuda con acreedores privados, y ahora estamos discutiendo con el FMI, pero mientras tanto también hicimos cosas por la deuda”, dijo, en referencia a la discusión por las sobretasas.

El presidente advirtió también que la deuda que la Argentina mantiene con el FMI superará su mandato e incluso también el de quien gobierne el país a partir de 2027, y esa carga estará “presente en el escenario de la política argentina en los próximos diez años”.

Por último, el presidente advirtió que “ajustar la economía es dejar de crecer” y que para el Gobierno argentino “la palabra ajuste esta desterrada en la discusión” que lleva adelante con el FMI.

 

En otro tema, Fernández aseguró que “no hay ninguna posibilidad de que Argentina tenga tarifazos” mientras el Frente de Todos (FdT) esté en el Gobierno, y señaló que, en todo caso, el costo de los servicios tendrá que “corregirse de un modo razonable y teniendo en cuenta la capacidad de pago” de la sociedad.

“No vamos a firmar ningún acuerdo que suponga un aumento tarifario desmedido y excesivo”, remarcó el presidente, que sostuvo que “las tarifas tendrán que corregirse de un modo razonable y teniendo en cuenta el ingreso y la capacidad de pago de una sociedad dada en un momento dado”.

“Los porcentajes de aumento están muy lejos de suponer tarifas crecientes o importantes, o tarifazos para los argentinos”, enfatizó el presidente.

A su turno, el ministro Guzmán afirmó que “la principal tensión” que enfrenta la economía argentina para poder continuar en la senda de la recuperación es la deuda con el FMI, y aseveró: “Es necesario poder refinanciar esas deudas, porque representan la capacidad de seguir adelante con una visión de programación económica sin condicionamientos”.

En esta línea, afirmó que los compromisos de deuda plantean una “situación absolutamente insostenible”, al asegurar que el sector público y el sector privado en la Argentina deberán enfrentar vencimientos por US$ 28.000 millones en 2022 y US$30.000 millones en 2023, el doble del superávit comercial del país.

“Estamos negociando con el FMI poder tener apoyo internacional al esquema de política económica del Gobierno para poder llevarlo adelante sin pagar las deudas que tenemos con él; que nos de el financiamiento para poder pagarle lo que nos prestó en 2018 y 2019”, completó el ministro.

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Y agregó: “El acuerdo con el FMI no va a resolver todos los problemas de endeudamiento externo de la Argentina; hay mucho trabajo por hacer; es tan grande el problema que va a llevar años resolverlo”

Por otro lado, el ministro afirmó que las negociaciones con el FMI también comprenden a las políticas de precios e ingresos y que en ese marco el Gobierno encara con el sector privado cerrar un acuerdo para “anclar expectativas”.

“Las expectativas son muy volátiles en una economía como la nuestra. Si no se hace nada lo que puede suceder es que la inflación sea de magnitud”, dijo el ministro al resaltar la importancia de las negociaciones que lleva adelante la Secretaría de Comercio Interior para alcanzar un acuerdo de precios que permita “anclar expectativas”.

Finalmente, el titular de Economía afirmó que “la diferencia medular” que separa al país de un acuerdo con el FMI es el sendero fiscal que propone la Argentina para reducir el déficit de forma gradual, de manera virtuosa sobre un mayor crecimiento de la actividad económica.

“La diferencia entre lo que plantea el Fondo y el Gobierno argentino consiste en diferenciar un programa que con alta probabilidad sostendría la recuperación económica que la Argentina está viviendo. Es esencialmente un programa de ajuste de gasto real versus un programa que le dé continuidad a esta recuperación fuerte a la economía”, afirmó en su presentación ante los gobernadores.

Los presentes

Solo once gobernadores se hicieron presentes en Casa Rosada, de los cuales los primeros en llegar fueron el pampeano Sergio Ziliotto, el catamarqueño Raúl Jalil y el chaqueño Jorge Capitanich.

También asistieron el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, y sus pares de La Rioja, Ricardo Quintela; de Entre Ríos, Gustavo Bordet; de Neuquén, Omar Gutiérrez; de Santa Fe, Omar Perotti; de Formosa, Gildo Insfrán; de Misiones, Oscar Herrera Ahuad; de Río Negro, Arabela Carreras; de Santa Cruz, Alicia Kirchner; de Santiago del Estero, Gerardo Zamora; y de Tierra del Fuego, Gustavo Melella.

El puntano Alberto Rodríguez Saá participó por videoconferencia, mientras que el resto de los mandatarios del peronismo y los tres gobernadores radicales enviaron representantes; mientras que el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, fue el gran ausente y tampoco envió delegados.

El radical Gerardo Morales (Jujuy) envió a su vice, Carlos Haquim, al igual que su correligionario Gustavo Valdés (Corrientes), que mandó al vicegobernador Pedro Braillard Poccard, mientras que Rodolfo Suárez (Mendoza) designó al ministro de Economía de su provincia, Enrique Vaquié.

En representación de Córdoba, el gobernador Juan Schiaretti envió a su vice Oscar González, mientras que por Tucumán asistió el vicegobernador a cargo del Ejecutivo provincial, Osvaldo Jaldo.

También dijeron presentes, por Chubut, el ministro de Economía y Crédito, Oscar Antonena; por Salta, el vicegobernador, Antonio Marocco; por San Juan, el vicegobernador Roberto Gattoni; y por Santa Cruz, el vicegobernador, Eugenio Quiroga.

Acompañaron al Presidente el jefe de Gabinete, Juan Manzur; el ministro del Interior, Eduardo “Wado” De Pedro; y los secretarios, de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz, y General de la Presidencia, Julio Vitobello.