El presidente Alberto Fernández extendió este martes la intervención de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) por otros 180 días, así como en los próximos días enviará al Senado la designación de Cristina Caamaño para que se tratado como directora general del organismo espía.

A través del Decreto 540/2020, publicado este martes en el Boletín Oficial, el mandatario prorrogó por seis meses más la medida que había tomado escasos días después de que asumiera al frente de la Casa Rosada.

«A partir de la intervención se han comenzado a disponer modificaciones esenciales para consolidar un paradigma que, en materia de inteligencia, permite rendir cuentas ante la sociedad y expone los principios de publicidad, transparencia y eficiencia como bases de la reformulación que se requiere», remarcó el jefe de Estado.

Asimismo, Alberto Fernández subrayó que «entre las cuestiones más gravitantes» en las que se avanzó se encuentra «disponer una modificación esencial sobre una de las áreas que mayores distorsiones había evidenciado, relativa a la indebida interacción con el sistema de administración de justicia» y recordó que mediante el DNU 214/2020 se prohibió que los organismos de inteligencia sean «auxiliares de la Justicia en las investigaciones criminales».

El Presidente consideró que las medidas adoptadas por Caamaño permitirán «seguir resguardando el Estado de Derecho, el principio republicano de gobierno y el principio de soberanía popular, así como terminar definitivamente con el uso arbitrario del secreto, el cual compromete las bases del sistema democrático previsto en la Constitución Nacional».

Designación formal

En el texto publicado, el mandatario también señaló que enviará «en los próximos días al Senado» el pliego de Caamaño para ser designada formalmente como directora general de la AFI».

«Cuando la designación se haga efectiva, cesará de pleno derecho la intervención prorrogada por la presente medida», aclaró el jefe de Estado.

En el primer tramo de la intervención, la referente de Justicia Legítima realizó denuncias por presunto espionaje ilegal durante la anterior gestión, así como también transparentó la información presupuestaria de la AFI y la hizo pública casi en su totalidad, salvo por un porcentaje que permanece confidencial para el funcionamiento de la inteligencia.

Además, Caamaño acordó con la Sindicatura General de la Nación (SIGEN) la designación de un auditor para controlar los procesos y la administración del organismo por primera vez: el elegido fue Leonardo Gerlah Llaya.

Otro dato destacado de la gestión de la ex fiscal fue el convenio firmado para que los agentes perciban sus salarios a través de una cuenta sueldo y así bancarizarlos, ya que hasta ese momento los espías cobraban sus sueldos de forma personal y en efectivo.