El candidato presidencial del Frente de Todos, Alberto Fernández, sostuvo este jueves en el marco de su visita a España que el hecho de que Argentina esté «tan condicionada por las políticas de Estados Unidos» la hizo «retroceder como país».

Durante una conferencia magistral que brindó en el Congreso de los Diputados en Madrid, luego de reunirse en el Palacio de la Moncloa con el presidente español, Pedro Sánchez, el ex jefe de Gabinete aclaró que no piensa que el país tenga que tener «una relación mala» con la potencia norteamericana sino «una relación madura».

En este sentido, también remarcó que la Argentina «encontró siempre su primer vínculo en Europa» y que por ello el país tiene que «volver a volcar la mirada a Europa».

Fernández desmintió que esté en contra del acuerdo de integración comercial con la Unión Europea en el que el Gobierno avanzó en forma incipiente meses atrás, pero explicó que todavía no es un «hecho consumado» y remarcó que la asociación debe ser teniendo que en cuenta las «asimetrías» entre el Viejo Continente y el Mercosur de forma tal de proteger los intereses nacionales.

«Creo que la Argentina no está condenada a exportar productos primarios, como cree el Gobierno. Nosotros seguimos soñando que la Argentina vuelva a industrializarse. Si la integración ocurre donde uno tiene una relación preponderante sobre otro, no se parece tanto una relación», indicó.

En tanto, Fernández repudió la «manipulación» de causas judiciales que involucran a líderes políticos progresistas de Latinoamérica y en ese sentido pidió «dejar de valerse de jueces para perseguir a los que no se les puede ganar en las elecciones».

«Ningún estado de derecho soporta que alguien esté detenido como lo está Lula hoy. Donde vayamos tenemos que pregonar por su libertad. En la Argentina se ha utilizado la detención durante el proceso como persecución de opositores», afirmó.

Al respecto, señaló que «lo que está pasando con Lula y Correa es imperdonable», y que «lo que está pasando Cristina Fernández de Kirchner ha sido una persecución sistemática que construyó teorías políticas para favorecer su procesamiento».

«Pero yo no voy a hacer nada por la libertad de nadie ni presionar a ningún juez», aclaró.

En este marco, el candidato opositor destacó que los resultados en las Paso, en las que obtuvo casi el 50% de los votos, permiten avizorar el comienzo de un proceso de «reacción frente a esas políticas» en América Latina.

«Argentina parece ser el primer país del continente que se pone de pie y reacciona frente a esas políticas», se entusiasmó, y agregó: «Y lo han hecho mostrando la adhesión a Cristina y a mí. Siento que tenemos que empezar a construir un momento distinto en América Latina, no solo en Argentina».

«Para que Latinoamérica florezca como continente tiene que ser eso, un continente. Estar separados nos debilita. Nuestra tarea es reconstruir la unidad latinoamericana en términos de nuestros intereses económicos. Lo mejor para enfrentar la globalización es estar unidos. El Mercosur no está funcionando bien», advirtió.

Por otra parte, Fernández volvió a aclarar que en un eventual Gobierno suyo van a «honrar los compromisos financieras que el país ha contraído con el FMI y otros acreedores durante la gestión de Mauricio Macri, aunque advirtió que no lo hará «a costa de los argentinos».

«Salir será difícil, pero haremos lo que siempre hicimos, que es cumplir y honrar los compromisos. Eso sí: no nos pidan que lo hagamos a costa de los argentinos», explicó.

Este viernes, Fernández cerrará su agenda en Europa con un viaje exprés a Portugal, para entrevistarse con el primer ministro de esa nación, el socialista Antonio Costa.

Al país luso viajará con el diputado nacional Felipe Solá y el dirigente del Grupo Callao Miguel Cuberos, quienes lo acompañan desde el comienzo de su gira por Europa.