Momentos antes de la cena de honor que se lleva a cabo en el Centro Cultural Néstor Kirchner, Mauricio Macri y Barack Obama realizaron declaraciones y ambos coincidieron en que la visita del mandatario norteamericano abre «un nuevo comienzo»  en un «momento perfecto» en las relaciones entre ambos países.

Como anfitrión, Macri fue el primer mandatario en pronunciar su discurso y, en inglés, dijo estar «fascinado» con los Obama; al tiempo que mencionó que les prometieron «que el año que viene van a volver por más tiempo y se van a quedar por varios días en la ciudad de Bariloche».

Ya en español, brindó una serie de definiciones políticas en donde destacó que la visita de Obama se da «en el momento perfecto; momento en que los argentinos hemos entendido y decidido que tenemos que construir una nación madura y sensata con el resto de los países del mundo».

Además, destacó la «oportunidad que tiene nuestro continente, que nos obligan a dejar atrás rencores y resentimientos del pasado con Estados Unidos para mirar al futuro», porque la región «tiene hoy una situación de privilegio que puede mejorar las oportunidades de su gente, con mayor seguridad y tranquilidad en la vida diaria, pero para eso hay que trabajar todos juntos».

Macri afirmó también que «está todo dado para que entre pares soberanos, dialogando con respeto, podamos construir soluciones para que cada día nuestra gente viva mejor, y eso no significa alineamientos automáticos ni confrontaciones infundadas».macricena2

«No espere de nosotros eso: con nosotros va a tener diálogo, buena fe y la convicción de que todo lo vamos a construir sobre la base de la confianza», afirmó el presidente: «Argentina es un país de soñadores y emprendedores, que tiene mucho más para dar, y tenemos plena confianza en nuestra fuerza, creatividad y capacidad, por lo que miramos con mucho optimismo el futuro», finalizó.

En tanto, Obama, comenzó su discurso al afirmar: «no seré mentiroso, les prometo que regresaremos porque este país es extraordinario y su gente maravillosa», y les agradeció a Macri y a su mujer, Juliana Awada, por «la bienvenida extraordinaria y tan cálida» y sostuvo que trajo «los saludos del pueblo americano».

Junto a su mujer, Michelle Obama, el mandatario afirmó que este es «un nuevo comienzo», en lo que es «una nueva era para nuestro hemisferio», al recordar que acaba de «llegar de Cuba en donde Estados Unidos ha establecido contacto».

Ambos pueblos, el argentino y el estadounidense, tienen «muchas cosas en común, como los valores de la libertad, el compromiso ante la Justicia, los Derechos Humanos y el estado de derecho», afirmó Obama, y se dirigió a Macri al decirle que «si usted desea comprometer a Argentina con la comunidad global para poder establecer el liderazgo histórico que el país ha desempeñado, lo acogemos con beneplácito».

Luego de brindar juntos, las familias Obama y Macri se dispusieron a cenar en el Centro Cultural Kirchner, en donde se hicieron presentes 400 invitados entre los que se encontraban los gobernadores de Buenos Aires, María Eugenia Vidal; de Salta, Juan Manuel Urtubey; de Entre Ríos, Gustavo Bordet; y de Misiones, Hugo Passalacqua.

También los legisladores oficialistas Emilio Monzó, Nicolás Massot, Federico Pinedo, Elisa Carrió, Mario Negri, Angel Rozas, Julio Cobos y Eduardo Amadeo; y Miguel Angel Pichetto, José Luis Gioja, Sergio Massa, Diego Bossio, Alberto Roberti, Darío Giustozzi y Alicia Ciciliani, de la oposición, entre otros.

Del ámbito del espectáculo también fueron invitados el conductor y empresario Marcelo Tinelli, el cineasta Juan José Campanella, el actor Ricardo Darín, la actriz Graciela Borges, la conductora Mariana Fabbiani y el bailarín Maximiliano Guerra.