El presidente Mauricio Macri recibió hoy el tradicional saludo de las autoridades de la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina con motivo de las fiestas de Navidad y de Año Nuevo, en un encuentro realizado en la Residencia de Olivos, donde renovaron el compromiso de «continuar trabajando en forma conjunta por la paz y la unión de los argentinos».

Participaron de la reunión el presidente de la CEA, José María Arancedo; el cardenal Mario Poli, arzobispo de Buenos Aires; Carlos Malfa, obispo de Chascomús y secretario general de la entidad, y monseñor Mario Antonio Cargnello, quienes llegaron hasta Olivos para «saludar al Presidente con motivo de la próxima Navidad».

Macri, en tanto, estuvo acompañado por el jefe de Gabinete, Marcos Peña; los secretarios de Coordinación Interministerial, Mario Quintana, y de Culto, Santiago de Estrada; y el subsecretario del área, Alfredo Abriani, se informó oficialmente.

En el encuentro, que se extendió por media hora, repasaron las acciones que llevó adelante el Gobierno en el primer año de gestión y «coincidieron en que se han abierto las puertas al diálogo entre los distintos sectores para llevar a los argentinos en el camino de la concordancia», informó la Casa Rosada.

En ese marco, el Presidente les agradeció a las autoridades eclesiásticas el acompañamiento de la Iglesia «en este año de transición para los argentinos» y planteó su intención de establecer «una nueva cultura en el ejercicio del poder, el diálogo y el encuentro».

«Sabemos que hay dificultades pero existen expectativas y esperanzas», señaló, a su vez, Arancedo, mientras que sus pares le transmitieron al Presidente un mensaje de expectativas en torno al rumbo de país y de no desanimarse ante las adversidades, indicaron las mismas fuentes.

Macri también aprovechó la ocasión para destacar las coincidencias en las prioridades que se trazó el Gobierno para «bajar los niveles de pobreza, combatir el narcotráfico y unir a los argentinos» y dialogaron, en ese sentido, «sobre las diversas medidas implementadas para  mitigar situaciones de vulnerabilidad social».

Los obispos, a su vez, le presentaron sus saludos a Macri recordando los términos del mensaje de Navidad que hace unos días publicó la Comisión Permanente, donde se marcaba la responsabilidad de toda la dirigencia en orden a crear las condiciones del «bien común» que permitan el «desarrollo integral de los argentinos».

Particularmente, en este contexto de diálogo cordial y sin agenda previa, se recordaron temas que son constantes en la consideración de la Iglesia como la «cultura del diálogo y el encuentro, del trabajo y la solidaridad», como así también «la preocupación por los pobres y el flagelo del narcotráfico», informó la CEA.

En señal de acercamiento, los jefes eclesiásticos llevaron al encuentro un presente para Antonia, la hija del Presidente, que consistió en un pesebre con piezas móviles.