Las convocatorias a ingresos al Conicet suelen hacerse cada fin de año, pero en 2017 no hubo llamado. El 19 de abril pasado se abrió la esperada convocatoria, cuyo resultado se conocerá en abril de 2019, cuando comenzará el  proceso de ingreso formal. En 2018 no habrá, pues, nuevos ingresos a la Carrera de Investigación del Conicet.

Una de las promesas de campaña electoral de Mauricio Macri era destinar el 1,5% del producto bruto interno a la ciencia y la tecnología. Sin embargo, la meta está cada vez más lejos, la inversión en Ciencia y Técnica bajó del 1,46 % del presupuesto nacional en 2015 al 1,27% en 2016 y al 1,22% en 2018, sin que se contemplen aumentos de partidas extraordinarios para compensar la inflación.

A través de un comunicado los científicos manifestaron su angustia, y señalaron que al igual que en otros tiempos a los que crían «superados, las puertas se cierran, las reglas no se respetan, y una vez más nuestr@s jóvenes formados en investigación científica y técnica se ven empujados a buscar horizontes fuera del país».

La convocatoria publicada por el ministerio «prevé 300 cupos» la mitad que en 2017 y un «70% menos que en 2015».

Además precisaron que «sigue el recorte del número de ingresantes», que llega a un «50% menos que el año pasado y se eliminan las áreas de vacancia geográfica».

En la misma línea, destacaron que la mitad de esos cupos «se asignan a temas estratégicos, con un alto grado de improvisación y de incertidumbre que afecta a los nuevos y anteriores ingresantes. Un cupo adicional de 150 ingresos -sobre los que hay pocas precisiones y con fecha de cierre para más adelante – está destinado a universidades nacionales “pequeñas” y “medianas” y otras instituciones».

«El antecedente inmediato de una iniciativa similar data de 2016, -sostienen en el documento- cuando 410 científicos que habían pasado positivamente todas las evaluaciones en Conicet fueron derivados a universidades: al día de la fecha muchos de ellos llevan más de tres meses sin cobrar sus salarios, y las dinámicas de incorporación han sido conflictivas debido a la falta de claridad de reglas, presupuesto y responsabilidades.

Asimismo, los investigadores revelaron que «la decisión de achicar el Conicet no se ha materializado sólo en la drástica reducción del número de ingresantes sino en la disminución del número de becas doctorales, en el congelamiento salarial y de la carrera del personal de apoyo, y en el retraso y reducción de los fondos para investigación. Desde que fue designado por el Poder Ejecutivo y tras haber declarado la “inviabilidad” del organismo, el presidente del Conicet, Alejandro Cecatto, con el aval del Ministro Lino Barañao, impuso un plan de ajuste que ha sido rechazado por la comunidad científica en su conjunto, acompañada por gran parte de la sociedad».

Falta de recursos

La justificación del ajuste por parte de las autoridades era que el Conicet destinaba el 94% de su presupuesto para el pago de salarios y que no quedaban recursos para desarrollar proyectos de investigación de calidad. Casi tres años después y habiendo recortado los ingresos año a año, el propio Cecatto «sigue sosteniendo que el presupuesto para funcionamiento y proyectos de  investigación continúa por debajo del 5%, lo que demuestra que la disminución en los ingresos no aseguró recursos a la investigación. Son pretextos», expresaron en el escrito los afectados.

Así lo demuestra la denuncia pública de más de 150 directores de institutos de investigación de todo el país: las partidas asignadas en 2018 -recortadas un 20% en términos nominales- no alcanzan ni para el pago de los servicios e impiden ejecutar obras elementales de mantenimiento de edificios y equipos.

 

Finalmente, advierten que «los proyectos de ley presentados en el Congreso para aumentar el presupuesto no fueron acompañados por la presidencia del Conicet por el Ministerio, por lo cual no han podido ser discutidos seriamente en comisiones. La comunidad científica, de manera plural pero unánime, así como las y los legisladores involucrados en el área, exigen avanzar en una ley de financiamiento para el sector».

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