Por  Aldo Battisacco – Enviado especial a Buenos Aires – El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, advirtió este domingo que «el punto de no retorno está a la vista» en materia de cambio climático, al encabezar una conferencia previa al arranque de la cumbre climática mundial (COP25), que comenzará mañana en Madrid, España.

Si bien la cumbre reunirá a delegaciones de casi 200 países, medio centenar de jefes de Estado, Gobierno y organismos multilaterales, «con el objetivo de impulsar una lucha global más ambiciosa contra la crisis climática». 

Si bien el funcionario señaló que se debía dejar «de agredir a la naturaleza, y la ciencia nos dice que es posible», no se conoce si el temario abordará las distintas formas de explotación de recursos mineros y de los modos de contaminación que estos producen.

El sociólogo Juan Pablo Olsson, con una importante trayectoria en el estudio y la investigación de temas ambientales, dialogó con Conclusión y sostuvo que en América del Sur, se esta produciendo un retroceso regional en materia de derechos, para «afianzar un modelo de saqueo regional, que necesita la supresión de políticas autónomas de los países del continente, instaurando regímenes totalitarios que garanticen los negociados de las multinacionales que pretenden dominar para reprimarizar la vida de los suramericanos».

La historia da cuenta de que esta modalidad no es nueva, comenzó con España, se sucedió con Inglaterra e inmediatamente ese papel paso a manos de los Estados Unidos, Los imperios de turno se dedicaron a extraer y robar los recursos de los países donde se instalaban para explotar las  riquezas  que resultaban de su conveniencia, para satisfacer su necesidades internas». «Para 

Olsson plantea que «el golpe en Bolivia se da» porque Evo propuso «un modelo de desarrollo social y de distribución de la riqueza» que «constituía un buen ejemplo para los países vecinos, con una distribución donde fue posible disminuir los índices negativos socialmente», de la mano «de un referente de de los pueblos originarios en el poder, que llevó a Bolivia a un cambio profundo».