El presidente Alberto Fernández sostuvo ayer que su Gobierno «hace frente a presiones cambiarias» que «muchas veces» son «interesadas», y reiteró sus críticas a la gestión de Mauricio Macri por el acuerdo con el FMI, al que tildó de «incomprensible» e «imperdonable». Además, aseguró que su intención no es «que Argentina se enamore del Fondo», porque es «un condicionante para el futuro».

«Hemos acumulado reservas y estamos haciendo frente a las presiones cambiarias que tenemos, que muchas veces son interesadas», dijo Fernández, y repasó: «Tuvimos un episodio donde el (dólar) ‘blue’ subió 11 pesos dos días y se habían comprado 500 mil dólares, y eso subió 11 pesos el dólar».

Para el mandatario, «hay una presión muy fuerte de intereses de otro tipo».

En declaraciones al sitio Filo News, Fernández consignó además que su Gobierno recibió de la gestión de Macri un índice de inflación de «50 y pico» de puntos en 2019, y apuntó: «La bajamos al 35 por ciento y ahora estamos peleando para que eso no suba mucho más».

No obstante, evaluó que «es un problema muy serio porque en el mundo se apreciaron los precios de los alimentos».

«Inflación hay en todo el mundo, nada más que, en nuestro caso, es mayor porque hay una conciencia empresarial muy perversa que intenta aprovechar el momento para sacar ventaja, y eso es una desgracia porque allí la solidaridad empresaria no existe», subrayó.

Sobre la negociación por la deuda, Fernández reiteró que «lo que Macri hizo con el FMI es incomprensible e imperdonable».

Al respecto, ejemplificó: «El FMI destinó para socorrer a todo el mundo 50 mil millones de dólares, y a Macri le prestó 57 mil millones cuando la Argentina estaba en default».

También cuestionó la gestión de su antecesor en el cargo porque, indicó, «se comprometió a pagar en plazos tan exiguos que, si yo me propusiera cumplir el año que viene, tendría que pagar 19 mi millones de dólares».

En sus críticas a la oposición de Juntos por el Cambio (JxC), Fernández le reprochó que «en vez de venir y decir ‘Hicimos este lío y te queremos ayudar’, me explican cómo tengo que hacerlo».

«Es muy asombroso porque lo que no voy a hacer es lo que ellos hicieron», aseveró Fernández y completó: «No quiero que Argentina se enamore del Fondo, porque el Fondo es un problema y un condicionante para el crecimiento».

Sobre ese punto, Fernández explicó que debe atender «cómo ese condicionante no condiciona» al país, lo cual resulta en una «negociación muy difícil y compleja, donde tratamos de imponer nuestra lógica de desarrollo económico y ellos lo hacen con las propias», concluyó.