El ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, consideró este lunes «entendible» en el contenido de su reclamo frente a una situación «es muy compleja» pero «preocupante» en cuanto a lo sanitario, a la manifestación realizada ayer frente al Cabildo, en la zona de Plaza da Mayo, en rechazo a la extensión dispuesta de la cuarentena por la pandemia de coronavirus.

«En términos de distanciamiento social me preocupa muchísimo porque todos estamos haciendo un esfuerzo enorme y es importante cuidarlo, pero es entendible esa manifestación porque estamos en una situación muy compleja», señaló el ministro porteño al brindar esta mañana su informe sobre la situación epidemiológica en CABA.

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En ese marco, el funcionario porteño destacó la necesidad de «ver cómo» se puede «tomar ese reclamo e incluirlo», y lo enmarcó en la diversidad de opiniones que generan las medidas adoptadas para evitar la propagación del coronavirus.

«Para algunas personas lo importante es cuidar su vida; para otros, los problemas económicos; y, para otros, la cuestión familiar o de amistad», señaló el ministro de Salud de la ciudad de Buenos Aires en la conferencia de prensa que brindó esta mañana en la sede del Gobierno porteño, de la calle Uspallata 3160.

En este punto, remarcó que «cada persona tiene una mirada diferente, y es función de los lideres, de los responsables, de los funcionarios, poder comprender y albergar todas esas miradas y sintetizarlas en algo que incluya las diferentes dimensiones del ser humano».

«Lo único que me dispara una manifestación de cualquier tipo es, primero, silencio; segundo, escucharla; tercero, reflexionar y ver qué se puede hacer mejor para ver cómo podemos tomar ese reclamo e incluirlo», postuló Quirós.

En la marcha «anti cuarentena» hubo permanentes gritos a favor de la «libertad», que se mezclaron con algunos insultos y agresiones contra la vicepresidenta Cristina Kirchner, y si bien todos concurrieron con barbijo o tapabocas, el distanciamiento social no se cumplió durante la mayor parte del tiempo.

Mientras que algunos de los manifestantes reconocieron que la pandemia existe, aduciendo que el precio a pagar en términos de restricciones a la libertad y retracción de la actividad económica es demasiado alto para seguir tolerando la cuarentena, otros negaron la circulación del coronavirus y señalaron que «fue creado por corruptos».