El PJ celebró su Congreso partidario nacional para darle arranque formal al «modo campaña» y consiguió una foto plural pero con varias ausencias, al tiempo que el ala kirchnerista convocó a sumarse al líder del Frente Renovador, Sergio Massa, y a los gobernadores de Alternativa Federal para «ampliar la unidad».

En el microestadio de Ferro estuvieron las figuras centrales del Frente para la Victoria, como el diputado Agustín Rossi, y el polo de los dirigentes que viene reclamando una unidad de todos los sectores para enfrentar a Cambiemos, como el también legislador Felipe Solá, y el líder camionero, Hugo Moyano, quienes ratificaron su propuesta.

Sin embargo, la mayoría de los gobernadores, incluidos aquellos que cerraron alianzas con el kirchnerismo en sus respectivos distritos, faltaron a la cita, con la excepción del formoseño Gildo Insfrán, que preside el congreso partidario, y el puntano Alberto Rodríguez Saá.

«Espero que con este Congreso podamos convocar a Sergio, a los gobernadores, que todos entiendan que tenemos que unirnos para superar este tiempo», expresó el ex jefe de Gabinete Alberto Fernández.

Por su parte, el diputado nacional de La Cámpora Eduardo «Wado» de Pedro señaló: «Reafirmamos el camino de la unidad, llamamos a conformar un gran frente opositor sin exclusiones, e invitamos a Sergio Massa y a los gobernadores peronistas a dirimir roles y candidaturas en las PASO que fija la ley».

Ambas declaraciones resumieron el objetivo central del encuentro, cuyo resultado formal fue autorizar al partido a iniciar las negociaciones con otras fuerzas políticas para el armado de un frente opositor.

Si bien la foto no fue tan potente como pretendían, la marca de la «unidad» tiñó toda la jornada: a medida que fueron pasando Rossi, Solá, Fernández y dirigentes como la intendenta de La Matanza, Verónica Magario, los militantes de la Juventud Peronista (JP) les pedían fotografiarse con letras gigantes de telgopor que daban forma al hashtag «#NosUnimos».

Los discursos fueron, en general, vehementes y con una fuerte carga de confrontación hacia el Gobierno del presidente Mauricio Macri.

Luego de un minuto de silencio por la muerte del ex procurador Esteban Righi, y un minuto de aplauso sostenido en homenaje al fallecido ex gobernador de Córdoba José Manuel de la Sota, comenzó la ronda de discursos.

La diputada Cristina Álvarez Rodríguez fue la encargada de la apertura y advirtió que «la Patria está en peligro» porque está «gobernada por un grupo de inescrupulosos con Mauricio Macri al frente».

La bonaerense llamó a participar de la movilización de mujeres por el 8M, reivindicó la impronta «feminista» que para ella debe tener el movimiento «nacional y popular» y aseguró que «con la fuerza de Cristina Kirchner y el empuje de todos, octubre volverá a ser peronista».

Por su parte, Solá marcó algunas diferencias con quienes piden «volver» y arengó: «Hay que construir un frente pero no para peronizar sino para ampliar. Hay que romper las fronteras y salir de la zona de confort».

«No digamos ´unidad hasta que duela´ porque es una alegría juntarse con compañeros, no dolor. No digamos ´tragar sapos´, porque no somos príncipes que tragamos sapos. No digamos ´vamos a volver´ porque no hay que revertir nada, ¡vamos al futuro!», exclamó el ex gobernador.

Combativo, el candidato a gobernador de Río Negro y líder del peronismo provincial, Martín Soria, aseguró que el PJ «es el partido de las transformaciones y de las revoluciones» y «no de las agachadas o de los que se dan vuelta como una media».

«Somos el partido de las revoluciones y por eso estamos siempre volviendo», enfatizó.

En tanto, Rossi instó a conformar «un gran frente político, plural, abierto entre todos los sectores de la oposición para lograr el sueño de gran parte de los argentinos, que es que el 10 de diciembre sea el último día de Mauricio Macri en el Gobierno».