El presidente Alberto Fernández encabezó este martes la presentación del Plan Nacional de Adaptación y Mitigación del Cambio Climático para 2030, que abarca 250 medidas producto de 180 instancias de trabajo con las 24 jurisdicciones provinciales.

“El cambio climático no es un tema discursivo, sino que es un problema del presente y no del futuro. Es algo que existe y que todos los días nos castiga. Por lo tanto tenemos que empezar a resolverlo ahora. Para vivir en un buen mundo, y terminar con la desigualdad, enfrentar el cambio climático es nuestro deber, es un imperativo moral y ético. Si no lo hacemos, seremos cómplices de la degradación del planeta”, remarcó el mandatario.

En el acto, que inició pasado el mediodía en el Museo del Bicentenario de Casa Rosada, el Presidente estuvo acompañado por el jefe de Gabinete, Juan Manzur; el ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Juan Cabandié; y la secretaria de Cambio Climático, Desarrollo Sostenible e Innovación, Cecilia Nicolini; además de funcionarios del Gabinete Nacional de Cambio Climático.

Durante su discurso, Fernández sostuvo que “desde que se empezó a hablar del agujero de ozono la conciencia ha cambiado mucho, pero aun así nosotros tenemos que seguir trabajando para concientizar a todos sobre la trascendencia que tiene el cambio climático”.

“Lamentablemente, el cambio climático del que hablamos es malo porque la emisión de gases ha hecho que el mundo se recaliente. Vemos como diferentes zonas de Argentina se han recalentado y eso complica todo el sistema de producción nacional”, detalló.

En ese sentido, planteó: “Nos tenemos que ocupar del cambio climático y resolver todos los perjuicios que han generado la ambición de los poderosos de seguir ganando a cualquier precio y de los negacionistas que decían que el cambio climático no existía y siguieron intoxicando al mundo”.

“Hoy damos un paso muy importante como sociedad. Tenemos que dejar de creer que es una demanda hippie sobre el clima”, finalizó Alberto Fernández, quien lanzó una convocatoria a “dejar de lado cualquier diferencia política y todos ir para el mismo lado porque si no, nos intoxicamos todos”.

El plan contiene seis líneas estratégicas: Transición energética; transición productiva; movilidad sostenible; territorios sostenibles y resilientes; conservación de la biodiversidad y bienes comunes; y gestión sostenible de los sistemas alimentarios y bosques.

A su vez, aborda cuatro enfoques transversales: género y diversidades; gestión integral del riesgo; salud; y transición laboral justa.

El programa se elaboró en el ámbito del Gabinete Nacional de Cambio Climático, dónde los ministros de Ambiente de todas las jurisdicciones definen los lineamientos estratégicos, como así también la actualización y validación de actividades y resultados.