Por Aldo Battisacco – Enviado especial a Buenos Aires – El precandidato presidencial por el PJ kirchnerista, Alberto Fernández, afirmó este miércoles que los resultados de los estudios médicos que le practicaron en las últimas horas «fueron normales». El dirigente ya fue dado de alta del sanatorio Otamendi – Miroli, donde fue internado el lunes con un cuadro de «inflamación pleural».

«Todos los resultados fueron normales. Si hubiera tenido una embolia pulmonar como se difundió yo nunca podría haber estado hablando como lo hice con todos los periodistas y estaría en terapia intensiva», dijo Fernández este miércoles.

El flebólogo Rubén Glasserman, fue consultado por Conclusión, y dijo -previa lectura del parte médico que se emitió desde la clínica donde fue atendido Alberto Fernández- que el diagnóstico en que se concluyó, que «hubo un trombo embolismo».

Y especificó que existían «factores de riesgo», máxime si «se tiene antecedentes familiares que padecen esta afección denominada trombofilia» que se caracteriza patológicamente como la propensión «de realizar coágulos que producen un trombo en cualquier parte del cuerpo» que debe ser tratado.

Además, Glasserman, precisó que esta situación es tratable en forma crónica y con tratamiento adecuado, con anticoagulantes -hoy en día- existen sustancias de bajo peso molecular que son anticoagulantes modernos que con solo una inyección -a veces mensual o cada cuatro o seis meses- el paciente tiene una vida absolutamente normal».

Glasserman, señaló que es tratable, y con el cuidado del caso «Alberto Fernández puede seguir con su vida habitual», sin que «le impida asumir la dinámica propia de una campaña electoral».

Alberto Fernández, fue dado de alta y abandonó a las 9.35 de este jueves el Sanatorio Otamendi donde estuvo internado más de 48 horas.