El Congreso tuvo 20 sesiones durante la primera mitad del año, el doble que en el mismo período de 2015, pero sancionó la mitad de leyes y sólo el 32 por ciento fueron iniciativas del Poder Ejecutivo.

El informe realizado por Fundación Directorio Legislativo, indica que durante la primera mitad de 2016 el Congreso tuvo 20 sesiones, contra 10 realizadas en el mismo período del año anterior, pero ese aumento no se corresponde con la cantidad de leyes sancionadas.

Durante el primer semestre de 2015 se sancionaron 45 leyes mientras que este año solo 22 proyectos fueron aprobados con fuerza de ley.

Según el informe de Directorio Legislativo, el hecho de que haya habido el doble de sesiones pero la mitad de normas que en el mismo período del año anterior «refleja el carácter de un Poder Legislativo que no tiene una mayoría oficialista y que necesita negociar (y mucho) para sancionar leyes».

Además, el estudio indicó que en las leyes sancionadas este año hay una incidencia mucho menor del Poder Ejecutivo, en comparación con el primer semestre de 2015, cuando gobernaba Cristina Kirchner.

En aquel período el 49 por ciento de las leyes aprobadas por el Congreso habían sido enviadas por el Poder Ejecutivo, mientras que en lo que va de la presidencia de Mauricio Macri, ese porcentaje bajó al 32 por ciento.

Otro dato llamativo es que ninguno de los proyectos convertidos en leyes que tuvieron origen en el Poder Legislativo fueron presentados por legisladores del oficialismo.

El relevamiento de Directorio Legislativo relacionó este punto con la condición de minoría en la que se encuentra el oficialismo en ambas cámaras del Congreso, pero también destacó que por esa misma razón todas las normas aprobadas necesitaron de negociaciones entre el Cambiemos y la oposición.

Al respecto, el informe señala que en la Cámara de Diputados el oficialismo gestionó la gran mayoría de esas negociaciones con bloques de extracción peronista, especialmente con el Frente Renovador de Sergio Massa y con el Bloque Justicialista, referenciado en Diego Bossio.

En el Senado, en cambio, el oficialismo es mucho más débil en cuanto a la cantidad de bancas y las negociaciones giran en torno giran en torno a la figura del ministro del Interior, Rogelio Frigerio, de diálogo fluido con los gobernadores peronistas, y Miguel Ángel Pichetto, jefe del bloque del PJ-FPV y polea de transmisión de los mandatarios provinciales.