El Senado de la Nación aprobó este jueves y convirtió en ley el proyecto que prohíbe a los ciudadanos manejar por rutas nacionales vehículos de cualquier tamaño y peso con más de cero miligramos de alcohol en sangre.

La “tolerancia cero” de alcohol fue aprobado por 48 votos a favor y 9 en contra: se opusieron los legisladores Roberto Basualdo (San Juan), Alfredo Cornejo (Mendoza), Alfredo De Angeli (Entre Ríos), Mariana Juri (Mendoza), Cristina López Valverde (San Juan), Julio Martínez (La Rioja), Juan Carlos Romero (Salta), Dionisio Scarpin (Santa Fe) y José Uñac (San Juan).

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A diferencia de las leyes que regían en Argentina hasta el momento -las cuales, en varios casos, permitían cierta presencia de alcohol en sangre- una vez que esta normativa sea reglamentada por el Poder Ejecutivo, no habrá tolerancia para quienes conduzcan por rutas nacionales y tengan presencia de alcohol en su cuerpo. 

Cabe destacar que esta no es una ley seca, es decir que no prohibe el consumo de alcohol, sino que busca que quienes conduzcan vehículos no lo hagan.

La iniciativa que prohíbe conducir cualquier tipo de vehículos con una alcoholemia superior a cero miligramos por litro de sangre, conocida como Alcohol Cero, fue sancionada por la Cámara de Diputados el 24 de noviembre por una mayoría de 195 votos, por lo que se descontaba un amplio apoyo también de senadores de todo el arco político.

La actual Ley de Tránsito 24.449 establece, para cualquier tipo de vehículos, una tolerancia de hasta 500 miligramos (0,5 gramos) de alcohol por litro de sangre; para motocicletas o ciclomotores hasta 200 miligramos (0,2 gramos); y para transporte de pasajeros de menores de edad y de carga, alcohol cero.

La “tolerancia cero” con el alcohol ya se implementa en siete provincias y 13 localidades del país, donde se obtuvieron mejores resultados en términos de siniestros viales que con la normativa actual.

Debate encendido

La presidenta de la Comisión de Transporte, la oficialista formoseña María Teresa González, describió al proyecto como “un paso importante y el inicio de un gran cambio cultural que nuestra sociedad necesita y demanda”.

“Todas las familias que batallaron esta lucha hoy espero que se lleven de este recinto un consuelo”, sentenció González.

El jujeño Mario Fiad, coincidió en que este proyecto “constituye un cambio cultural”, aunque remarcó que es necesario “ese cambio para que el ciudadano respete la ley y dejemos de correr tras los hechos tan lamentables”.

“La ley, para que sea efectiva necesita del rechazo social a las conductas infractoras. Necesitamos un cambio en la figura del delito vial”, afirmó Fiad.

El opositor santafesino Dioniosio Scarpin anunció que iba a votar en contra “para que realmente se trabaje a conciencia”, al tiempo que reclamó “cómo bajar” el número de accidentes viales. Las palabras deel legislador despertaron el rechazo de los familiares de víctimas presentes en el recinto.

Scarpin enfatizó que “la cosa no cambia porque hay una ineficiencia total del Estado desde que se sancionó la Ley de Tránsito en 1994” y agregó que “no se avanzó prácticamente en nada”.

En ese aspecto, recordó la tragedia del colegio Ecos ocurrida en 2006, cuando un camionero con 1,6 miligramos de alcohol en sangre chocó un micro que llevaba estudiantes por una ruta de Santa Fe y dejó nueve adolescentes y una de las profesoras muertos.

“Yo les aseguro que hay miles de personas recorriendo las rutas con alcohol en sangre. Puede ser alcohol cero, pero lo importante es el control”, sentenció.

La mendocina Mariana Juri, de Juntos por el Cambio, también anunció su voto en contra y mencionó que la norma “destruye miles de trabajos”.

Además, resaltó que “es una ley que no toma ni una sola recomendación que todos los especialistas del mundo dieron para bajar la siniestralidad en la Argentina” y precisó que “no se sanciona un endurecimiento de las penas”.

El jujeño Guillermo Snopek, jefe de bloque de Unidad Federal, pidió una modificación para no dejar en desamparo a las víctimas, ya que explicó que las compañías de seguros no cubrirían a los terceros por un accidente cuando el conductor tuviera alcohol en sangre.

“No quiero dejar en desamparo a las víctimas en virtud de sancionarse esta norma tal cual vino de Diputados. Debemos sancionar la norma, pero no desligar de la responsabilidad que tienen las compañías de seguro frente al tercero damnificado”, remarcó Snopek.

El radical Alfredo Cornejo, de Mendoza, destacó que “un artículo en la Ley de Tránsito no va a cambiar la realidad de los accidentes de tránsito”.

Además, subrayó que “bajará el consumo, eso significa que habrá menos hectáreas para cosechar y, por lo tanto, menos trabajo”.

Por el contrario, su coterránea, la oficialista Anabel Fernández Sagasti, advirtió que “nadie cree que con esto se va a solucionar y a partir de mañana habrá menos accidentes de tránsito”.

“Es una discusión falsa. A través de esta ley nacional se decidió impulsar un cambio cultural que va a costar pero tiene una consigna clara y contundente: ‘no manejes si consumiste alcohol’”, abogó.

Cabe destacar que entre los legisladores que se oposieron a este proyecto se encuentran, mayoritariamente, los de las provincias productoras de vino. En este sentido, lso familiares de víctimas denunciaron un “lobby” de la Corporación Vitivinicola Argentina (COVIAR).

Una ley celebrada en el Gobierno

Tras aprobarse la normativa, el ministro de Transporte de la Nación, Diego Giuliano, aseguró: “Agradecemos el acompañamiento de senadores y senadoras a esta Ley histórica, que venimos impulsando desde la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), que fue apoyada por los familiares de víctimas y que era esperada por toda la sociedad. El alcohol está presente en 1 de cada 4 muertes en siniestros viales, por eso siempre fuimos muy claros: alcohol al volante, cero”.

“Hoy Argentina dio un paso histórico en materia de seguridad vial, que deberemos acompañar con más controles y más compromiso, por eso vamos a estar a disposición de cada provincia y municipio para brindarles los recursos necesarios y trabajar juntos en algo fundamental, que es salvar vidas”, remarcó el director ejecutivo de la ANSV, Pablo Martínez Carignano.

La siniestralidad vial es la principal causa de muerte en personas menores de 35 años en nuestro país, y el alcohol al volante es el responsable de, al menos, 1 de cada 4 incidentes de tránsito graves.

Hasta la sanción de esta ley de alcance federal, 13 provincias y más de 50 ciudades argentinas tienen una normativa de alcohol cero al volante y, por ejemplo, en aquellas provincias con más tiempo de sancionada esta norma, los resultados de fallecidos por año se redujeron desde un 15,8% (Río Negro) hasta un 37,1% (Jujuy).

Otro ejemplo es Buenos Aires, última jurisdicción provincial en adoptar esta medida (diciembre 2022) y que, en tan solo un mes, en los controles realizados por la ANSV durante enero, bajó a la mitad la cantidad de conductores con alcoholemia positiva en las rutas a la Costa, en comparación con el mismo período del año anterior.

Además, según estadísticas del Observatorio Vial de la ANSV durante los operativos de Alcoholemia Federal, se destaca que, en las jurisdicciones con Alcohol Cero al volante, la cantidad de conductores testeados que circulan con graduación 0 de alcohol en sangre es notablemente mayor que en aquellas que tienen como límite permitido 0,5.