La Canasta Básica Alimentaria (CBA) registró en el primer mes del 2021 -y en relación a diciembre pasado- un aumento del 4,6%, lo que determinó que un grupo familiar compuesto por dos adultos y dos menores necesitó percibir ingresos por $23.722 para no caer en situación de indigencia, según informó este miércoles el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).

Por su parte, el costo de la Canasta Básica Total (CBT), que además de alimentos reúne indumentaria y transporte, marcó un incremento 4,2% en enero, por lo cual el mismo grupo familiar necesitó contar con ingresos por $56.459 para no caer debajo de la línea de la pobreza.

De esta forma, y en comparación con igual mes del año anterior, la CBA aumentó un 44% mientras que la CBT registró un crecimiento interanual del 39,8%. En este sentido, en enero de 2020 una persona adulta necesitaba $5.333 para no ser indigente y $13.066 para no ser pobre, mientras que en el último mes estas cifras subieron a $7.677 y $18.271, respectivamente.

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En lo que respecta a una familia de tres integrantes, el Indec informó que necesitó $18.886 para no caer en la indigencia y $44.948 para no ser pobre, mientras que un grupo familiar compuesto por cinco personas requirió $24.951 para cubrir la CBA y $59.382 para la CBT.

Tanto la CBA como la CBT se ubicaron por encima del Índice de Precios al Consumidor, que en el primer mes del año registró un aumento del 4% con una fuerte suba en alimentos y bebidas.

Sin embargo, las cifras que dejó el 2020 no son muy alentadoras: durante el año pasado la CBA registró un incremento del 45,5%, la CBT del 39,1%, ambas se ubicaron por encima de la inflación acumulada, que fue del 36,1%. En lo que respecta a alimentos y bebidas, los precios de estos productos subieron un 42,1% durante el año pasado. 

Pero al cotejar contra el primer mes de 2020, el incremento del costo de la canasta básica alimentaria marcó una desaceleración de 11,8 puntos porcentuales, mientras que la canasta básica total mostró una retracción de 12,9 puntos, debido a que en enero del año pasado el acumulado era de 55,8% y 52,7%, respectivamente.

La canasta básica alimentaria responde a los requerimientos normativos kilocalóricos y proteicos imprescindibles para un determinado grupo familiar, compuesto entre otros productos por pan, arroz, fideos, papa, azúcar, legumbres secas, carne, menudencias, fiambres, aceite, huevo y leche, entre otros.

En tanto, para determinar la canasta básica total se utiliza como base la canasta familiar y se le suma los precios de bienes y servicios no alimentarios.