Por Andrea San Esteban

“Mediante la Resolución número 97 E/2017 el Ministerio de Finanzas dispuso de la emisión de un bono a 100 años con vencimiento el 28 de junio de 2117. El mismo devengará una tasa de interés del 7,12% anual pagadera en forma semestral que resulta en términos efectivos superior a un 7,91 anual atento a que el valor de emisión del bono es de un 90%. Cabe destacar que este título se rige por las leyes de los Estados Unidos lo que implica un renunciamiento a la inmunidad soberana”, explicó Juan Carlos Latrichano en diálogo con Conclusión.

Latrichano es contador público recibido en la Universidad de Buenos Aires y doctor en Ciencias Económicas (mención economía) por la Unlam. Además de analista económico financiero del Grupo Bapro SA.

Competitividad del país y dólar planchado

Según Latrichano, las observaciones que se pueden agregar a esta operación son las siguientes:

a) El endeudamiento externo resulta contraproducente porque el ingreso de dólares financieros plancha la cotización del dólar perjudicando la competitividad del país.

b) Este endeudamiento obedece a la necesidad de refinanciar deudas y cubrir gastos corrientes. Desde luego esto último no produce capacidad de repago tal como ocurriría si los fondos fueran utilizados para obras de infraestructura.

c) La deuda en dólares, tal es este caso, distorsiona el análisis. En efecto si el PBI crece por efecto inflacionario más que la deuda (esta se ajusta por tipo de cambio que como se dijo tiende a quedarse retrasado) se piensa que la deuda en términos reales se reduce. Así ocurre hasta que se produce una devaluación que sincera las cosas, entre otras la relación deuda/PBI.

d) Si bien están previstas posibles cancelaciones anticipadas no es menos cierto que este título pasa a ser el más largo de la historia, tanto en vencimiento como en duración promedio, esto último atento a que todo el capital se paga al vencimiento. Es decir que vencimiento y duración promedio son similares.

e) La tasa cercana al 8% y por un plazo tan prolongado resulta expropiatoria toda vez que a lo largo de los próximos 100 años nuestra economía crecerá muy por debajo de dicho porcentaje.

f) Este tipo de endeudamiento, el externo, resulta desaconsejable para reducir el déficit fiscal toda vez que al planchar el tipo de cambio se reduce la actividad, por caída de exportaciones y expansión de importaciones lo que resiente la recaudación.

Latrichano es participante activo en el Comité de Inversiones de cada una de las empresas del Grupo Bapro; director técnico del Iepes y economista de la CGE Nacional; director general de la Unidad de Enlace para la Capacitación y el Desarrollo Económico de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Lomas de Zamora; profesor asociado de Macroeconomía de la Facultad de Ciencias Económicas de Lomas de Zamora; profesor titular de Historia Económica Argentina de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de la Matanza; integrante de la Comisión de Estrategia, Planeamiento y Control de Gestión del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Ciudad de Buenos Aires y coordinador económico del Instituto de Estudios de Políticas Económicas y Sociales.