Por Aldo Battisacco – Enviado especial a Buenos  Aires 

La pandemia arrasó el mundo, esto  implicó un proceso de aprendizaje desde que se declaró en China, y el fenómeno fue siendo abordado -en la medida que se iniciaba en cada país- con la mirada puesta en el pasado inmediato y con cierto pragmatismo, que implicó, prueba y error para avanzar en la oscuridad de lo desconocido. La nueva normalidad se fue afincando, y lo cotidiano arremetió con otros tonos visuales y sonoros. Nadie sabe hasta dónde llegará y hasta cuándo tendrá poder sobre nuestros cuerpos.

En diálogo con Conclusión, la politóloga Belén Ledo, señaló que la «nueva normalidad», no solo anida en los pliegues medrosos de la enfermedad que acecha, sino también en la multiplicidad de opciones que aparecieron y a las que les echamos mano, para también convertirlo en, a pesar de las limitaciones en «un mundo feliz».

Ledo, sostiene que el desafío de la investigación la llevó a establecer otras premisas, y nuevos significados que advienen de la mano de la nueva normalidad. «Podemos vivir de manera más rápida, en temas como salud, y la mejora de la calidad de vida a través de las tecnologías emergentes».

«Se viene la nueva era identidad digital», sostuvo Ledo y apeló a una explicación a partir de una metáfora sobre una frase que abreva en algunas observaciones del director teatral y pedagogo Konstantín Stanislavski, en la que asevera que «el público no es más que una parte de la energía del propio espectáculo».

«Ningún espectáculo existe sin público», dice Ledo y agrega, «parece tonta la frase», pero hoy «quien es el público y quien es el público?», y se preguntó cómo interactuamos. «Estamos por fuera de este espectáculo?», continuó.

La analista alertó que esta situación, que el público «se da cuenta que quien está al lado nuestro ya no es el amigo, en realidad, puede terminar siendo un adversario o un enemigo». «Nos dijeron que debemos acostumbrarnos a este nuevo edificio digital, que viene con recambio tecnológico, especialmente en América Latina».

Belén Ledo advirtió que nacen nuevos métodos de vigilancia, que son controlados, especialmente en Estados Unidos. «Donald Trump, comenzó a conglomerar, a los votantes fieles y a quienes no están muy de acuerdo». Incluso, mencionó la existencia de muchas organizaciones de poder que ejercen un poder de control en el nuevo edificio digital que apareció con el Covid 19.

Por caso, la entrevistada, dio como ejemplo la geolocalizacíon que ofrecen los equipos celulares, y no solo eso sino también el peligro de que un chip pueda ser injertado en alguna parte del cuerpo de las personas. «Una libertad», no tan clara.

Ledo infiere que los argentinos no somos propensos a ser controlados por ningún medio. Además, trae a colación los argumentos que esgrime el sector financiero internacional que genera miedo, al prevenir de que el papel moneda -los billetes- facilitan la propagación del virus.

En otro orden frente a las amenazas del despojo, Ledo propone al pueblo que «empiece a rememorarse», de los momentos históricos de cuando el pueblo argentino salió a la calle. Y estar atentos a las proposiciones de las corporaciones que impulsan la idea de insertar nano chips para modificar conductas. 

En la segunda parte, Belen Ledo, avisa que se nos visualiza como un ordenador o pc que debe ser receteado. Admitir la nueva modernidad implica, que un nuevo ordenamiento la sociedad deberá comportarse de otra manera. 

La especialista también analizó que todo debe darse de la mano del aislamiento. 

La segunda parte de la nota la podes ver y escuchar aquí: