Un adulto de la provincia de Santa Fe necesita 9.928 pesos para cubrir sus necesidades alimentarias básicas. Así lo comunicó un informe del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (CESO) en base a datos de diciembre de 2020. Según el relevamiento, los precios en supermercados terminaron con un aumento anual del 29,47%.

El estudio del CESO que registra la inflación en supermercados de Santa Fe relevó que la variación en la canasta básica alimentaria fue de 2,92% en el último mes del año pasado, y dejó en 9.298 pesos el monto que un adulto necesita para adquirir los alimentos que necesita mensualmente.

El informe también indica que una familia de cuatro integrantes necesitó al terminar el 2020 unos 30.678 pesos para cubrir la canasta básica alimentaria. Un total que evidencia un incremento anual de 8.898 pesos.

Por otra parte, el Índice de Precios de Supermercados de Santa Fe que elabora el Centro de Estudios Scalabrini Ortiz registró un incremento de 2,25% el mes de diciembre con respecto a noviembre del mismo año.

De esta manera, la suba acumulada en el IPS durante todo el 2020 quedó fijada en 29,47%, mientras que la canasta básica alimentaria alcanzó un alza total del 40,82%.

«Hay que recordar que hay una diferencia: el Índice de Precios de Supermercados son todos los productos comercializados en el supermercado, tanto de primera necesidad como de segunda necesidad, que es un promedio. En cambio, el relevamiento de la revalorización de la canasta básica alimentaria solamente contiene los productos necesarios que una persona requiere para realizar sus actividades cotidianas sin ningún problema», explicó Cristian Berardi, integrante del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz.

El economista señaló que las políticas de control de precios aplicadas a nivel nacional, provincial y municipal han tenido un impacto beneficioso sobre el valor de los productos, pero aun no alcanzan a terminar con el deterioro del nivel de vida. 

«Preocupa la inflación que ha tenido al canasta básica alimentaria, que fue de un 40%. Estamos viendo que los productos de primera necesidad han tenido una evolución mucho más elevada que el promedio de los productos en los supermercados. Esto quiere decir que ha afectado lamentablemente a los que menos cobran», indicó.

«Las políticas han sido buenas respecto a bajar la aceleración de la inflación, pero lo negativo es que la canasta básica alimentaria aumentó un poco más de lo que aumentaron los salarios. El foco hay que ponerlo en esta mirada», completó Berardi.