Un total de 1,5 billones de dólares pertenecientes a ciudadanos latinoamericanos se encuentran en paraísos fiscales, casi a 28% de la riqueza de la región, según el Reporte Global de Riqueza 2017 difundido hoy por The Boston Consulting Group (BCG).

La riqueza privada de Latinoamérica creció el año pasado 8,7%, y alcanzó los 5,4 billones de dólares, señaló el estudio, según la agencia de noticias EFE.

Latinoamérica, la región más desigual del mundo, fue sólo superada por Asia Pacífico, mercado emergente que registró un alza en la fortuna de particulares de 9,5%.

El crecimiento latinoamericano se debió principalmente a la creación de riqueza por concepto de salarios y ahorro, a la apreciación de los activos y al desempeño favorable de los mercados accionarios.

Para llevar a cabo este informe, Boston Consulting Group recopiló información sobre el ahorro particular, acciones y bonos, excluyendo a empresas y propiedades.

Asimismo, cuantificó el valor de los activos financieros líquidos invertibles y el alcance de las sociedades ‘offshore’ que estén declaradas.

«Ha habido mucho interés en los activos ‘offshore’. Si crecen más rápido, si la oferta de los bancos es distinta, si esos activos están declarados o no», detalló Jorge Becerra respecto al interés que suscita esta publicación.

Agregó que el negocio de los paraísos fiscales «no está en riesgo», pese a la «esperada convergencia» entre inversiones «offshore» y «onshore» a futuro.

Becerra señaló que los gobiernos deben crear las condiciones para que los activos de los empresarios sean gestionados en su propio país y no se vayan al extranjero, donde aparentemente las condiciones son más favorables.

Los países de la región concentran alrededor de 3,2% de los activos gestionados del mundo, distribuidos en acciones (11%), bonos (37%), además de efectivo y depósitos (52%).