Un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) advirtió que las exportaciones de trigo en los últimos seis meses alcanzaron un récord histórico, mientras que la molienda del grano para el mercado interno se mantuvo prácticamente estable en relación al año pasado. El trigo se convirtió en un cereal muy requerido a nivel mundial, y sus precios internacionales se dispararon a causa del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania. Paralelamente, las condiciones climáticas podrían afectar la siembra durante este año.

En la campaña 2021/22 se cosecharon 23 millones de toneladas: una cifra récord para la actividad que se vio reflejada en los volúmenes exportados. Sin embargo, desde la BCR indicaron que el panorama es “dispar” entre el sector exportador y el sector molinero.

“Las exportaciones entre diciembre de 2021 y mayo de 2022 superan los 12,7 millones de toneladas, un máximo histórico para igual período de años previos”, indicó la entidad bursátil.

Fuente: Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).

Además, los buenos precios internacionales han logrado que el valor exportado en el primer semestre por el trigo en grano supere los 3.740 millones de dólares, una cifra que también significó un récord histórico. La diferencia con el récord anterior de 2007/08 es casi del doble: en aquel entonces en el primer semestre de la campaña se lograron exportaciones por 2.080 millones de dólares.

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Si bien Brasil se mantiene como el principal destino de los embarques de trigo argentino (recibió 2,6 millones de toneladas, algo por debajo de las 2,7 millones de toneladas embarcadas en el primer semestre del año anterior), se aprecia un marcado crecimiento de África, que recibió unas 5,9 millones de toneladas de este grano: casi el triple de lo despachado en el primer semestre del 2021.

Por cercanía geográfica, los países de África suelen recibir trigo de Rusia o Ucrania, pero el conflicto bélico que se desarrolla entre ambos países, sumado a la mayor producción argentina en la actual campaña, provocó que varios de estos países optaran por el cereal nacional.

Fuente: Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).

Por último, también se destaca el aumento en los envíos hacia Asia: entre diciembre y mayo se exportaron más de 2,3 millones de toneladas hacia aquel continente, más del doble de lo enviado en los primeros seis meses de la campaña 2021/22. Entre los principales países asiáticos receptores del trigo argentino se destaca Indonesia, con más de 1,5 millones de toneladas recibidas.

Mientras tanto, en lo que se refiere al consumo interno del trigo, la molienda acumulada entre diciembre y abril alcanza 2,39 millones de toneladas, apenas un 3,6% más que en los primeros cuatro meses de la campaña previa.

La molienda de trigo en abril totalizó 500.000 toneladas y, junto con el volumen industrializado en el cuarto mes del 2021, es el más bajo para un abril desde la campaña 2016/17.

Fuente: Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).

Esta diferencia en los tonelajes utilizados por el sector exportador y el sector molinero se condice con los niveles de comercialización de grano de cada sector. El sector exportador lleva adquiridas más de 17 millones de toneladas, récord absoluto para el momento del año. Mientras tanto, el sector molinero sólo lleva realizadas compras por 2,68 millones de toneladas, el segundo volumen más bajo en los últimos siete ciclos y superando sólo a lo ocurrido hace un año cuando las compras del sector sumaban 2,51 millones de toneladas.

Panorama complejo de cara a la campaña 2022/23

En mayo se preveía sembrar 6,35 millones de hectáreas con trigo, pero las condiciones climáticas -marcadas por tres fenómenos de “La Niña” seguidos -en donde hay un enfriamiento en el Océano Pacífico- hicieron que en junio las proyecciones caigan a 6,2 millones de hectáreas.

“Este ciclo se inicia con las peores condiciones de humedad edáfica. La situación es muy grave hacia el oeste mediterráneo, donde los faltantes de agua en milímetros ya superan la provisión normal media de todo el invierno”, indicó otro informe de la Bolsa, al tiempo que advirtió que hay circulaciones de aire frío y en los próximos días podrían registrarse heladas.

Actualmente, el 80% de la región pampeana es atravesada por una intensa sequía, lo que detiene la siembra de trigo en la campaña 2022/23: a inicios de junio, la plantación de este cereal es del 17%, contra el 30% plantado en el mismo periodo del año pasado.

Respecto a la siembra del año pasado, el trigo caería un 10% a causa de la falta de agua. Se trata de un descuento de 700.000 hectáreas en relación a lo sembrado durante el año pasado. Con este nuevo escenario de siembra, y si el clima cambia y permite contar con condiciones normales para el desarrollo del cultivo, la cosecha triguera podría alcanzar los 18,5 millones de toneladas.

Para buena parte del centro y norte de la región pampeana, entre finales de junio y los primeros diez días de julio se cierra la oportunidad de siembra de trigo, y la posibilidad de lluvias en los próximos quince días es fundamental para finalmente sembrar o cambiar de cultivo. Los pronósticos de corto plazo indican el ingreso de otro frente de aire frío y seco que provocará un nuevo descenso de las temperaturas y el desarrollo de heladas, alejando la posibilidad de lluvias sobre la zona.