Por Aldo Battisacco – Enviado especial a Buenos Aires.-

El Defensor de la Tercera Edad y docente de la Universidad Nacional de Buenos Aires, Eugenio Semino dialogó con Conclusión y expresó que el futuro inmediato amenaza la tranquilidad social y principalmente la de los adultos mayores en sus ingresos y de cara a la llegada de la segunda ola de coronavirus en Argentina. Además, afirmó que «si no hay vacunas hay que cambiar la estrategia epidemiológica porque no se sabe que hacer».

Por otra parte, el Defensor también cuestionó la decisión del gobierno nacional de otorgar dos bonos por única vez de $ 1500 cada uno junto con los haberes de abril y mayo para los jubilados que ganen menos de $ 30.856. “La canasta de un jubilado con vivienda propia en octubre del año pasado era de 50 mil pesos”. Este número está muy por encima de la jubilación mínima que, con el aumento del 8,07%, pasará a ser de $ 20.572 entre abril y junio, cuando se aplicará un nuevo ajuste.

Semino historió la realidad sistema previsional y de la seguridad social, y advirtió que los jubilados, «en diciembre de 2017 los haberes en el llamado factor empalme del cambio de fórmula de movilidad, perdieron 6 puntos, como la ratifico la Cámara Federal Nacional de Seguridad Social y están estas actuaciones en la Corte Suprema”.

«En 2018 y 2019 los jubilado perdieron 19,5 puntos de poder adquisitivo, de su haber respecto de la inflación. En 2019 el actual Presidente durante la campaña planteó la necesidad de recuperar los puntos perdidos, e inclusivo de vender las leliq, cosa que no paso. Se suspendió la ley de movilidad vigente a ese momento y los reajustes de 2020, fueron -salvo las mínimas que tuvieron una perdida menor respecto a la inflación – el resto de las categorías, dos millones de jubilados y pensionados, perdieron con la inflación y la ley suspendida».

Respecto de la respuesta que instrumentó el Ejecutivo, analizó que la pandemia cómo «hecho inédito e insospechado, con sorpresas y  tal vez, les faltó una buena medición para ver qué había pasado con experiencias recientes respecto de los adultos mayores en otros partes del mundo», señaló el especialista.

El incremento a los jubilados otorgado por el Gobierno desde marzo es «irrespetuoso»

El titular de la Sociedad Iberoaméricana de Geriatría y Gerontología, relató que en contacto con otros colegas de Europa, se enteró de que lo que allí paso «fue una catástrofe, sobre todo para a los que estaban en residencias de larga estadía», y agregó que en marzo plantearon en Argentina «la necesidad más allá de la cuarentena como medida efectiva para rearmar el sistema de salud y evitar que crezca la curva de contagio, se pidió hacer testeos en geriátricos, pero esto no sucedió».

«Esto fue un error garrafal en todo el país, no se testeó al personal que trabaja en hogares, se trata de personal mal pago, con pluriempleo, que recorre largas distancias. Esto generó un doble circuito de aquellos que podían llevar el virus a los geriátricos o a su comunidad», apuntó el Miembro del Comité de Expertos Internacional de la Universidad de Granada. España.

En este marco, describió que la solución no alcanzó «como tomar la fiebre» y además explicó: «Empezábamos a saber que los asintomáticos contagiaban, y esto provocó que cuando se detectaba el síntoma en la comunidad geriátrica se llegara tarde». «Así en la zona del Amba entre marzo y el primero de julio de 2020 el 40% de los fallecidos fueron adultos mayores en internación geriátrica».

Tenemos solo un puñado de vacunas, son solo un puñado de adultos mayores que recibieron una dosis

«La pandemia afecto también la economía», dijo Semino, al tiempo que agregó que estamos ante actos de “vacunación simbólica”. “Es hacer como que se vacuna. Tenemos solo un puñado de vacunas, son solo un puñado de adultos mayores los que recibieron una dosis”, acotó.

El letrado sostiene que la consideración que se hizo desde el gobierno sobre los adultos mayores es una suerte de apartheid etario, y que en paralelo, quienes deben decidir, están en otra vereda en la que ven que «el problema son las fechas de las PASO y las causas judiciales“.

“La certeza que tenemos es una segunda ola en 60 o 90 días a lo sumo. Y cada día que se pierde, lo que se pierden son vidas. Los viejos no queremos morir en silencio. Es más, no queremos morir”.

La nota completa la podes ver y escuchar en el video.