«Si Edenor se queda sin recursos un gobierno serio le quitaría la concesión»

La ciudadanía asiste a una velada e inédita amenaza de parte de la compañía Edenor. Esta afirmación le pertenece al Observatorio de la Energía, la Tecnología y la Infraestructura para el Desarrollo (Oetec) y su fundamenta en su informe titulado «A todo tarifazo suspendido le sigue la extorsión. El caso de Edenor y su pesada herencia».

En el trabajo, el Oetec explica por qué constituye una flagrante «falta a la verdad afirmar como hace Marcelo Torres, titular de Edenor, de que sin tarifazo la calidad del servicio se va a ver perjudicada, las inversiones reducidas a cero y los despidos de sus empleados no van a tener fin».

Su máximo responsable, Federico Bernal, quien es director general del Observatorio, explicó que «según reconoce la distribuidora en su «Memoria y Balance 2015» publicado este año, entre 2012 y 2015 la calidad del servicio mejoró ostensiblemente a pesar del «retraso tarifario». Igual para las inversiones en obras de infraestructura así como en el número de empleados, ambos marcadamente superiores el año pasado en relación a 2014.

El informe del Observatorio rescata fragmentos textuales del reporte oficial de Edenor en el que la empresa asegura haber podido incrementar en un 8% su plantilla de empleados el año pasado en relación a 2014, hacer frente a mayores costos operativos (18% interanual), incrementar significativamente sus inversiones y mejorar la calidad del servicio, todo ello «a pesar del constante aumento de los costos de operación y la demora en la obtención de incrementos tarifarios en los últimos años» (SIC, Edenor).

El estudio, tomó una frase extraída de la página 49 del referido «Memoria y Balance 2015» y que dice así: «Es de destacar que ha sido continua la recuperación en el nivel de inversiones, aun considerando que durante el año se mantuvieron vigentes las limitaciones en la disponibilidad de recursos, producto del retraso tarifario y del constante incremento de los costos operativos. Con el objetivo de satisfacer el crecimiento de la demanda, la mayor parte de las inversiones fueron destinadas al incremento de la estructura de las instalaciones, el refuerzo de las instalaciones existentes y a la conexión de los nuevos suministros».

A propósito, Bernal le pide a «Torres que nos explique cómo fue que hizo para invertir mucho más, tomar más empleados, satisfacer la demanda creciente y mejorar la calidad del servicio sin un solo centavo de incremento en las tarifas». Y agregó: «Ahora Torres nos dice que los salarios de sus empleados son el 80% de los gastos operativos de la empresa. Pero ese porcentaje es el mismo que en 2015, año por cierto en el que la empresa registró un resultados positivos por 1.142 millones de pesos. Y algo más: ¿Tienen plata para comprar Petrobras y no para pagar sueldos?».

Finalmente, el titular del Oetec señaló: «Nosotros sabemos cuál es el problema que tiene Edenor, señor Marcelo Torres. Y lo mismo corre para Edesur: el problema no es la suspensión del tarifazo o que se declare nulo. El problema es la derogación del FocedeE, fondo que impulsaba las inversiones de forma mixta y exitosamente, que ustedes demoraron en 2012 y 2013; y fundamentalmente, el problema es una inflación desbocada y una plantilla de empleados que evidentemente les resulta excesiva para una demanda a la baja, conforme se empeñan en lograr las generadoras y distribuidoras al frente del Ministerio de Energía y Minería de la Nación, es decir, ex directivos de Edenor entre ex directivos de otras muchas empresas».

«Si Edenor se queda sin recursos para brindar un servicio de calidad un gobierno serio le quitaría la concesión, porque los cortes de luz y el empeoramiento en el servicio no se justifican y son una maniobra extorsiva: el año pasado sin un centavo de aumento mejoraron el servicio en relación a años anteriores. Es la misma Edenor la que lo explica en su informe oficial correspondiente a 2015. Además, no veo por qué la ciudadanía y los empleados de la firma tengan que pagar por la esta inflación deliberadamente descontrolada», concluyó Bernal.