Por Santiago Fraga

El economista y ex director de la Comisión Nacional de Comercio Exterior Alejandro Barrios dio este jueves una charla junto al periodista Leonardo Ricciardino en la Asociación Empleados de Comercio sobre el empleo en Argentina, titulada «proyectos de país en disputa y su impacto en el mercado de trabajo».

La misma, que presentó mostrando copias de su libro “Buenas herencias”, giró en base a la especulación financiera y cómo repercute ésta en la inversión productiva, el mercado interno, el trabajo y la inclusión, tomando como eje la dura realidad que vive Argentina económicamente hoy.

Previo a la charla, el economista accedió a un dialogó exclusivo con Conclusión, donde trató sobre diversos tópicos particulares:

La charla

La charla fue para tratar de problematizar y discutir con los compañeros del sindicato la problemática del trabajo y el empleo, distinguiendo uno de otro, porque los argentinos hace mucho tiempo hemos decidido que el trabajo es el barrios4que genera inclusión social. Estamos en una etapa capitalista donde no es así; en ninguna parte del mundo después de la pos guerra se ha alcanzado el pleno empleo, pero los argentinos somos porfiados e igual lo queremos. Entonces ¿qué tenemos que hacer como comunidad organizada para aproximarnos al pleno empleo? Primero que nada ponernos en discusión si el nuevo rumbo que votó el pueblo argentino en 2015 nos acerca o nos aleja a ese objetivo, y en base a eso plantear algunas dudas sobre lo que se está organizando en términos económicos para el cumplimiento de ese objetivo”.

—¿Cómo afecta al empleo la apertura de importaciones?

El nuevo modelo tiene un problema, que es que ellos apagaron el motor interno de la economía porque creían que el motor externo, las exportaciones, iban a dinamizarla. Es un error de diagnóstico importante, porque las exportaciones no se van a dinamizar aunque Cambiemos quiera, porque para que se dinamicen el mundo tiene que crecer y comprarnos cosas, pero el mundo no va a crecer y no nos va a comprar más de lo que nos está comprando. Entonces, el motor chiquito de las exportaciones no se va a prender, y el motor interno lo han apagado con la caída del ingreso en los hogares, con lo cual la generación de empleo se está tornando dificultosa y no sólo eso, sino que no se están cuidando los puestos de trabajos ocupados. Eso se está poniendo en peligro por las importaciones, entre otras cosas.

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—¿De qué formas se pone en peligro?

Las importaciones están desplazando a muchos trabajadores locales. Es poner a un trabajador argentino, con toda su historia social y sindical, a competir con un trabajador chino. Es un problema que nosotros como sociedad organizada y pueblo digamos “papá y mamá tienen que trabajar” y a la vez ponemos a papá y mamá a competir con un trabajador tailandés. Entonces no seamos hipócritas, porque si queremos que papá y mamá trabajen tenemos que proteger los pocos puestos de trabajo que están para que puedan encontrarlos. Sino es una hipocresía decir que todos tienen que trabajar y que no tiene que haber planes sociales. Porque sino perfecto, ¿cómo organizamos la economía desde Jujuy a Tierra del Fuego para que todos los argentinos tengamos trabajo?.


—¿Y desde el kirchnerismo?

El espacio político nacional y popular también se debe una discusión sobre eso. Si vamos a volver, ¿qué vamos a hacer? Porque el mundo no nos va a comprar como nos compraba antes, la región no está tan como estaba cuando asumió Néstor, que estaban Chávez en Venezuela y Lula en Brasil con mucha plata. ¿Qué vamos a hacer en un futuro gobierno nuestro para aproximarnos al pleno empleo? Hay que discutir esas cosas”.

—Muchos países latinoamericanos que seguían esa corriente ideológica hoy cambiaron su rumbo y escogieron gobiernos más del tipo neoliberal. ¿Qué rumbo debería tomar Argentina en este panorama, más allá del que está tomando?

—Nosotros siempre proponemos una mirada, que es que los argentinos nos aproximamos al pleno empleo cuando el pueblo tiene plata: cuando los trabajadores, los jubilados, todos tienen plata, y se reactiva el consumo, crece el empleo en el comercio, en los hoteles, en las industrias que les venden a esos hoteles y esos comercios. Pero eso es así desde (John) Keynes; desde 1939 para acá es así de fácil. El asunto es que a veces nos enfrentamos a ciertos límites que no los sabemos correr y la sociedad ve que la economía se empantanó en 2014-2015, después esta gente viene con una propuesta de cambio y muchos ciudadanos se ven tentados a eso. El asunto es que lo que prometieron en campaña fue una estafa electoral, porque nada se está cumpliendo, pero lamentablemente todavía no somos capaces nosotros –el frente kirchnerista- de pensar un modelo alternativo y que el pueblo entienda que nuestro modelo es superador. Todavía estamos en deuda nosotros. Por suerte los trabajadores lo están haciendo y el subsistema político no. Ellos siguen discutiendo pequeñeces y miserias entre sí.

—Vistas todas las contras, ¿cuál es la lógica para que Cambiemos lleve adelante este modelo?

—Es un problema ideológico. En una nota que le hicieron a Cristina, ella dice “¿Ustedes saben que en el 2013 Macri me fue a visitar a la Casa de Gobierno y me dijo: ‘¿usted señora puede pasar a la historia si baja las retenciones? ¿Ustedes saben que yo me convencí que este hombre creía eso? Que bajando las retenciones este país despega’. Son liberales. Ellos creen que si vos mejoras tu oferta, vas a tener mejor demanda para tu oferta. El asunto es que barrios2no es así, que solamente la oferta tiene sentido si yo tengo plata para comprarte lo que vos haces, o sea, si hay demanda. Para nosotros lo importante siempre es la demanda, para ellos siempre es la oferta, por eso están queriendo dar señales para que venga la inversión y la inversión no viene. El empresariado local no invierte tampoco porque sólo lo hace si ve que va a vender lo que produce. Entonces tienen un error en la cuestión ideológica. Ellos creen que haciendo políticas de oferta la economía arranca, y es un problema que crean eso en mundo que no va a crecer y que el mercado interno tampoco lo va a hacer.

—Viendo lo que transcurrió y pensando en lo que falta, ¿hacia dónde pensás que puede terminar el país?

Yo creo que el año 2017 no va a ser de crecimiento fuerte, como ellos dicen. Va a ser un crecimiento respecto a 2016 que sólo va a ser estadístico, porque van a comparar 2017 con un muy malo 2016, y les va a dar un crecimiento. Pero aunque crezca un 2 o 3% esa va a ser la misma cantidad que en el 2015, por lo tanto, todo esto que está sufriendo el pueblo argentino, es al pedo, porque va a ser lo mismo que en el 2015. Yo veo un serio problema de diagnóstico de Cambiemos en cuanto a apostar a la oferta y apostar a que vengan inversiones que no van a venir. Si no reactivan el mercado interno, vamos a estar en problemas.