Según los últimos datos del Indec, la pobreza en Argentina se ubica en un 28,6% respecto al total de la población. Esto implica una baja del 3,6% respecto a 2016. Si bien, la noticia fue bien recibida en el gobierno, lo cierto es que lo sectores más vulnerables aún no perciben la «mejora», y eso también se refleja en el análisis de los expertos, quienes ponen de relieve lo “desastroso” que fue el 2016.

En la mirada analítica como la de Agustín Salvia, director del Observatorio de la Deuda Social de la UCA, indica que esta merma se debe a que en el año anterior muchas personas cayeron en la pobreza.

«La pobreza bajó porque el 2016 fue desastroso y crítico», indicó en diálogo con el portal ámbito.com al tiempo que recordó que el año anterior estuvo dominado por una alta pauta inflacionaria, un contexto recesivo producto política de estabilización monetaria y un estancamiento crónico. Ese combo «afectó a parte de la población más pobre y muchos otros cayeron en la pobreza», explicó el especialista.

El Odsa viene publicando datos de pobreza desde hace años. Su última medición corresponde al tercer trimestre de 2016 y ubica esta línea en 32,9%, similar al último que midió el Indec que retomó esta publicación hace 12 meses. Según Salvia, su nuevo dato de pobreza de la UCA se conocerá en diciembre y también marcarán un descenso.

El nuevo resultado oficial se explica, según el también investigador del Conicet, por un declive de la inflación y el inicio de una reactivación económica. «Al bajar la inflación la remuneración real post paritaria mejora y por otra parte comenzaron a reactivarse algunas ramas de la actividad», resumió.