Por Aldo Battisacco desde Buenos Aires

El diputado nacional, José Ignacio De Mendiguren, manifestó tras el anuncio que realizó el  Ministro de Energía y Minería de la Nación, Juan José Aranguren, que a partir del 1 de abril las tarifas de gas tendrán un incremento promedio de 32%, con picos de hasta 40%, que “en un contexto en el que la inflación no se desacelera, seguir castigando al bolsillo de los argentinos es pegarse un tiro en el pie”.

Para el legislador, “el Gobierno le pone ancla a los salarios pero libera sin límite las tarifas” y expresó su preocupación «por las consecuencias de este aumento en la economía diaria de los argentinos».

De Mendiguren, quien es el referente industrial de su espacio político sostuvo a este medio que “el impacto de estos aumentos en el bolsillo de los trabajadores es preocupante porque el Gobierno le pone ancla a los salarios pero libera sin límite las tarifas».

En el mismo sentido, objetó que «en un contexto en el que la inflación no se desacelera, seguir castigando al bolsillo de los argentinos es pegarse un tiro en el pie. El salario es mercado interno, y sin mercado interno el crecimiento es una entelequia o una alquimia financiera artificial”.

El parlamentario diferenció además los criterios con el que el Ejecutivo aborda la temática energética y afirmó que  con «los aumentos de gas, el Gobierno sigue tomando a la energía como un costo y no como un insumo estratégico para el desarrollo. Y lo que es peor: suma pérdida al poder adquisitivo de los salarios y complica la competitividad del sector productivo.

Según De Mendiguren, existe «un error de enfoque por parte del Gobierno, la energía no se tiene que pensar como parte de los costos para producir. Esa es la visión integral que el Gobierno no sabe o no quiere aplicar”.

Finalmente, el diputado del Frente Renovador, dijo que “los mensajes estratégicos del Gobierno son contradictorios. Por un lado decimos que con Vaca Muerta puede haber gas abundante en Argentina por 100 años, y por el otro tenemos gas cada vez más caro para industrias y consumidores. Eso muestra una falta de plan estratégico”, concluyó José Ignacio De Mendiguren.