En los últimos días, y ante la renuncia de Martín Guzmán al Ministerio de Economía, formadores de precios especularon con la situación financiera y procedieron a aumentar considerablemente los costos de varios productos, entre ellos los alimentos. Por esta situación, fueron muchos los comercios que, imposibilitados de absorber las subas, debieron trasladarlas a los clientes.

Los locales gastronómicos no son ajenos a esta problemática. Según indicó a Conclusión el titular de la Asociación Paseo Pellegrini, Alejandro Pastore, en los últimos días se registraron fuertes subas en varios alimentos y productos descartables -como servilletas y vasos- por lo que se estima que los precios en las cartas rosarinas aumentarán entre un 5% y un 10%.

“Hay un marco de inflación general que afecta a muchísimos rubros, entre ellos a la gastronomía, cuyos insumos son principalmente alimentos. La semana pasada, producto de las fluctuaciones económicas y políticas, se produjeron incrementos en distintos artículos”, detalló Pastore.

Entre los alimentos que más aumentaron -los cuales mostraron subas de precios que oscilaron entre el 7% y el 12%- se encuentran los derivados de la harina, aceites y azúcares. En tanto, los productos descartables (como servilletas, vasos y cartones para envolver o empaquetar alimentos) presentaron alzas de entre 20% y 25%.

“Los aumentos se venían dando pero con más previsibilidad. Uno sabía que más o menos cuatro o cinco puntos de incremento iba a tener en el mes, y ese mismo porcentaje había que intentar trasladar al precio de venta. Pero ahora se dio una suba sin una justificación demasiado clara y de una manera muy intempestiva. Ante esta situación, lamentablemente habrá un corrimiento de las cartas en estos días, los cuales variarán entre el 5% y un 10% para poder hacer frente a ese incremento de costos”, completó el titular del Paseo Pellegrini.

Consultado sobre la posibilidad de que el sector pueda absorber estos incrementos, Pastore indicó: “El sector tuvo un cimbronazo muy fuerte con la pandemia y ahora muestra señales de recuperación, pero todavía estamos a cierta distancia del ideal, lo que nos lleva a trasladar las subas al precio de venta en virtud de que no hay forma de absorberlo con rentabilidad, que ya de por sí es escasa”.

Sin embargo, aclaró que existe una “dilatación” en el traspaso de estos aumentos a la carta: desde la semana pasada, los gastronómicos deben adquirir insumos a precios más caros, pero recién en los próximos días esos incrementos serán trasladados a los consumidores, con lo que la rentabilidad de los comercios se ve afectada.

Asimismo, Pastore detalló: “Todo proceso de cambio de carta también lleva una operatoria de dos o tres días porque hay que elaborar los costos de nuevo, confeccionar la carta, mandarla a imprimir, actualizarla en el sistema y en los deliveries, no es tan simple, por eso también se produce una absorción de costos y una pérdida de rentabilidad, por lo menos de manera parcial y por unos días”.

Consumidores con bolsillos golpeados

Los aumentos de precios -que no solo se limitan al sector gastronómico, sino que también tienen su réplica en supermercados, almacenes, indumentaria, calzado, servicios y una larga lista de etcétera- implican cambios en las conductas de los consumidores, quienes, en al afán de administrar sus ingresos, modifican las formas de pedir.

“La gente se ha habituado, sabe que de alguna manera va a tener que hacer frente a mayores precios de una manera relativamente periódica, y lo acepta. Trata de adaptarse de acuerdo a sus capacidades y a su poder adquisitivo”, manifestó el referente del Paseo Pellegrini.

Bajo esta situación, se observa que muchos consumidores optan por platos a compartir (como pizza o papas fritas, por ejemplo) para abaratar costos. Además, se priorizan las promociones, los horarios de happy hour, los menús ejecutivos o las propuestas vespertinas.

Otro fenómeno que se observa en el sector gastronómico es un “corrimiento del horario de merienda”, donde los clientes suelen ir por esta comida -que generalmente ofrece precios más bajos que la cena- sobre la tardecita, con el fin de reemplazar la última comida del día.

Un fin de semana positivo

Finalmente, Pastore se refirió al importante movimiento de personas que los locales gastronómicos del Paseo Pellegrini registraron durante el último fin de semana.

Consultado sobre los motivos de esta concurrencia, el gastronómico apuntó: “Se dieron varias cuestiones, como el clima, que ayudó mucho sobre todo a la gente sentada en la vereda, el cobro de los aguinaldos, por ser principio de mes y por las vacaciones, un período en donde aumenta el consumo en virtud de que la gente tiene una organización de su día más liviana”.