Esta semana el Gobierno deberá definir la reglamentación de las retenciones a las exportaciones de servicios, un nuevo impuesto que se aplicará a partir del 1 de enero de 2019 y que surge de dos decretos creados por el Ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne. Dichas retenciones significarán una recaudación que rondará los 700 millones de dólares.
Ambos decretos, mediante los cuales se impusieron las llamadas «retenciones 2.0» no mencionan la posibilidad de aplicarlas a las ventas al exterior de bienes intangibles. Eso se explica porque los servicios no están dentro del Código Aduanero porque no eran considerados mercancías. Y por lo tanto, el Ministro de Hacienda no contaba con una facultad para aplicar una alícuota. Para corregir eso, hubo que modificar el Código Aduanero, cambio que se aprobó en el paquete de normas que formaron parte del Presupuesto 2019.
Recién en noviembre el Poder  Ejecutivo estuvo en condiciones de imponer el nuevo impuesto, pero se requiere de un decreto de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) que le diga a las empresas cómo tienen que hacer para pagarlo.A diferencia de los bienes tangibles, los servicios no pasan por la Aduana. El exportador envía una factura a su cliente y luego espera que le transfieran el dinero; la AFIP tiene que cobrar 3 pesos por dólar (se trata de bienes con valor agregado, los bienes primarios pagan 4 pesos) o un tope de 12%.
Según lo detallado en Ámbito Financiero, entre esos servicios, se encuentran el software, producciones audiovisuales, cine, asesorías, consultorías, biotecnología, medicina y videojuegos, publicó este lunes el matutino Ambito Financiero.

El Gobierno deberá definir también si a los exportadores de servicios se les da un plazo para cumplir con su obligación y además, si las empresas tienen que presentar Declaraciones Juradas. Este tipo de retenciones va a estar vigente hasta el 31 de diciembre de 2020.

Se puede estimar, según datos del Ministerio de la Producción, que las exportaciones de servicios podrían dejarle en un año al menos unos $28.000 millones, al tipo de cambio actual. Las exportaciones de empresas con “base de conocimiento” que busca impulsar el Gobierno, sumaron en 2017 unos u$s6.000 millones. Mientras que las exportaciones argentinas generan el promedio unos u$s12.000 dólares por trabajador, en el caso de estos sectores el aporte es de u$s33.000. Las empresas de base de conocimiento, que serán las alcanzadas por las retenciones, representan el tercer complejo exportador después del campo y las automotrices y tienen u$s3.000 de balanza superavitaria.