Argentina presentó formalmente en la cumbre de cancilleres del Mercosur una propuesta de reducción del Arancel Externo Común (AEC) y ratificó su postura a favor de llevar adelante de manera conjunta el relacionamiento con terceros países, en base a las prioridades comerciales existentes en el bloque regional.

Al inaugurar la XII Reunión Extraordinaria del Consejo del Mercado Común –que tuvo lugar el pasado lunes- el canciller Felipe Solá señaló que se presentó “una propuesta de reducción promedio del AEC, pero utilizando una metodología de segmentación del universo arancelario en productos agroindustriales, industriales, bienes de capital, de informática y telecomunicaciones”.

La iniciativa tiene “cinco eslabones diferenciados entre sí por el grado de elaboración del producto en cada caso y de allí sale una recomendación de mayores reducciones en insumos y materias primas, y menores reducciones en bienes finales”, agregó Solá.

El Arancel Externo Común es la alícuota que deben tributar los productos de terceros países para ingresar al mercado regional.

En cuanto al relacionamiento con terceros países o bloques, Solá instruyó “a los coordinadores del Grupo de Mercado Común para que, al finalizar este semestre, elaboren una propuesta de plan de negociaciones externas que identifique prioridades de la agenda externa del Mercosur”.

Además, pidió contemplar modalidades específicas de ofertas y de disciplinas y realizar un informe completo sobre el estado de situación de las diferentes negociaciones.

La estrategia comercial del Mercosur se divide actualmente en las distintas posiciones que tienen los países en torno al Arancel Externo Común, que Brasil quiere modificar, y la posibilidad de que los estados miembros firmen acuerdos bilaterales con otras naciones, que impulsa Uruguay.

Argentina aspira a converger en las propuestas de los Estados partes en la revisión del AEC y en el sistema de relacionamiento externo.

En la jornada, también estuvieron presentes los ministros de Economía, Martín Guzmán, de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y de Agricultura, Ganadería y Pesca, Luis Basterra.

La posición de Argentina

El ministro de Economía, Martín Guzmán, admitió que el Mercosur estaba “dormido” y consideró “importante despertarlo”.

“Aquí se está despertando, y es importante que sea un buen despertar que avance en sobre la base de consensos, reconociendo el momento histórico de pandemia que se está viviendo”, destacó.

Según un comunicado del Palacio de Hacienda, Guzmán dijo estar “de acuerdo en que la integración es de fundamental importancia, pero la integración como medio y no como fin”.

El ministro argentino dijo que “el sendero de desarrollo que han seguido los Estados Nación se contrapone a la idea de una mano invisible que por sí sola resuelve los problemas”, según el comunicado oficial.

“Como bloque nos debemos una discusión más profunda sobre el camino propicio para la prosperidad de nuestros pueblos”, señaló el ministro.

Además, dijo que el desarrollo debe ser para que “se beneficien todos los integrantes de nuestra población y que el crecimiento económico sea inclusivo”.

En este sentido, agregó que el crecimiento “debe darse en un marco de estabilidad, que permita que los procesos de desarrollo puedan tener continuidad en el tiempo”.

Guzmán también sostuvo que “hay un gran valor al trabajar como bloque, que requiere reconocer que hay asimetrías” y señaló que la Argentina “reconoce las distintas situaciones que están experimentando los distintos países del bloque y por eso es importante reconocer la necesidad de la flexibilidad para lidiar con esas situaciones”.

“Necesitamos una integración apropiada que entienda qué nos da y qué nos quita en términos de trabajo, del crecimiento de la productividad y estabilidad macroeconómica cada una de las políticas comerciales que como bloque propiciamos”, indicó.

Al admitir diferencias con los otros países, Guzmán dijo que la Argentina “busca construir equilibrios que den condiciones de mayor prosperidad e impulsen comportamientos responsables y consideramos que no avanzar y no hacer nada sería contraproducente”.

“Vemos las diferencias, pero vemos que hay puntos de acuerdo, y lo importante es avanzar sobre esos puntos de acuerdo para ir construyendo un Mercosur más moderno y adaptado a la necesidad del desarrollo de nuestras naciones”, señaló.

Cruce con Brasil

Durante la cumbre del Mercosur, Guzmán y su par de Brasil, Paulo Guedes, mantuvieron un cruce de ideas en relación a cuestiones económicas, y también hablaron sobre el futuro de esa unión aduanera.

“La mano invisible de Adam Smith es invisible porque no existe”, ironizó el ministro argentino, recibiendo la réplica de Guedes: “Nosotros conocemos muy bien a los economistas que cita el ministro Guzmán, pero más de la mitad de los premios Nobel los ganaron economistas de la Universidad de Chicago”, de perfil liberal.

Guedes disertó sobre los países que “vienen teniendo éxito” y que ampliaron el comercio, y destacó particularmente a los del sudeste asiático y a China.

Por su parte, Guzmán respondió que “todos los Estados Nación mencionados en la reunión como casos exitosos son países en los cuales el Estado tuvo un rol muy importante desde el diseño de políticas comerciales y económicas vistas como medios, y el diseño de políticas productivas que diesen lugar a mayor productividad, generación de trabajo y para mantener ciertos equilibrios”.