La Organización Mundial del Comercio (OMC) ratificó un fallo favorable para la Argentina contra la Unión Europea por los aranceles antidumping que impone el bloque a las importaciones de biocombustible nacional.

La decisión ratificada ahora había sido tomada en marzo y generó expectativas positivas en la industria de biocombustibles local, que nunca pudo recuperarse del golpe que implicaron las restricciones impuestas en el 2013 por el bloque. La UE argumentó que Argentina estaba cometiendo «dumping» al vender su biodiésel por debajo del costo del producción, lo que perjudicaría a los productores del bloque, pero perdió en el dictamen inicial de la OMC emitido en marzo.

Voceros de la Cámara Argentina de Biocombustibles (Carbio) habían explicado que el bloque utilizó un procedimiento permitido por la OMC, pero reemplazó los cálculos reales por costos artificiales para perjudicar al país. La Argentina, uno de los mayores exportadores mundiales de biodiésel, había descrito las medidas de la UE como proteccionistas y dijo que costaron casi 1.600 millones de dólares en ventas perdidas por año.

Desde noviembre de 2013 la Unión Europea aplicaba un impuesto de importación promedio de 24,6 por ciento al biodiésel de Argentina por considerar que el país vendía ese producto «a pérdida». Un fallo de la Corte General de Justicia de la Unión Europea del 15 de septiembre anuló los derechos antidumping y eso generó una fuerte expectativa en el sector productor argentino por las posibilidades que abre a futuro.

Ese fallo podría reabrir un mercado de 1.200 millones de dólares anual para los productores locales, que podrían registrar una demanda concentrada en un 90 por ciento en España, país altamente consumidor de estos productos.

Impulsado por el crecimiento de las ventas a los Estados Unidos, las exportaciones globales de biodiésel argentino podrían incrementarse en un 80% este año y superar el millón de toneladas exportadas, tras un año de caída de envíos.