“El mandato que hace que no nos quede otra opción que endeudarnos para vivir, demuestra que la deuda funciona como herramienta productiva. Nos pone a trabajar. Nos obliga a trabajar más. Nos lleva a tener que vender nuestro tiempo y esfuerzo a futuro. Tiene la utopía de que paguemos hasta morir”, se planten las editoras del libro “¿Quién le debe a quién? Ensayos transnacionales de desobediencia financiera”.

La publicación es una compilación de ensayos editada a cargo de Silvia Federici, Verónica Gago y Lucia Cavallero, pertenecientes a la editorial Tinta Limón. El libro aborda cómo la problemática del endeudamiento privado o familiar creció durante los últimos años en el país y debió ser utilizado para afrontar gastos cotidianos como alimentación, pago de servicios o alquileres; una situación que aqueja a cada vez más cantidad de argentinos, y que se profundizó desde 2018 a esta parte, apalancada también por las consecuencias económicas de la pandemia.

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“Notamos que a partir de la crisis que comenzó en 2018, sostenida por una caída del poder adquisitivo y altos niveles de inflación, y que se profundizó con la pandemia, cada vez más personas tuvieron que endeudarse para vivir”, comenzó la charla con Conclusión Lucía Cavallero, socióloga y docente de la UBA y la Universidad de Tres de Febrero.

La deuda, entonces, dejó de ser una ayuda excepcional, como un viaje, un auto o para fines productivos. La gente se endeuda para completar sus ingresos, que no le alcanzan, para alquiler o servicios públicos. Esto habla de cierto fracaso en un modelo económico”, remarca la investigadora.

“Mucha gente se endeuda para comprar alimentos. En la pandemia hubo crecimiento de precios muy importante. Esto generó acumulación de deudas por alquileres”, completó Cavallero, al tiempo que contó que “encontramos muchas formas de deuda, como subsidios con fines sociales o financieras barriales”, contó la licenciada.

La deuda dejó de ser una ayuda excepcional. La gente se endeuda para pagar el alquiler o los servicios; esto habla de cierto fracaso en un modelo económico

“Hay una gran porción de trabajadores formales que no llegan a la canasta básica. Hay que pensar en qué medida cayeron los ingresos, cómo se han privatizado los servicios públicos. Y también pensar por qué se está haciendo necesario y produce efectos en la vida cotidiana. Hay mayor estrés, no se vive de la misma manera al estar endeudado o no”, agregó Cavallero.

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Por otro lado, la autora se refirió a uno de los puntos del texto, que se basa en la “desobediencia financiera”, que -explicó- “no es solamente dejar de pagar, es también pluralizar las formas de enfrentarse a este endeudamiento, como luchar por mejores salarios, por servicios públicos que no estén mediados financieramente”.

Este jueves a las 17 se realizará una charla virtual en la que abordará el libro, organizada por la Asociación Empleados de Comercio de Rosario. Los interesados pueden inscribirse escribiendo a info@aecrosario.org.ar.

https://youtu.be/1JpTGzbPo-4

Mujeres

La publicación aporta una mirada feminista en cuanto a la situación que atraviesan las mujeres en relación a la crisis económica y sus consecuencias para la vida diaria. “Las mujeres están apareciendo como las mayores titulares de las deudas. Hay una desigualdad de base. Las mujeres hacen mayoritariamente trabajo de cuidado o doméstico, y cuando salen al mercado laboral ganan menos que los hombres o están precarizadas. Por lo tanto, las mujeres son quienes toman las deudas para sostener el hogar”, afirmó Cavallero.

En virtud de ello, consignó que “en la pandemia las mujeres tuvieron que permanecer más en sus casas para continuar con los cuidados y muchas debieron retirarse del mercado laboral. En Buenos Aires vemos un proceso de inquilinización. Cada vez hay más inquilino y menos propietarios. Y hay más mujeres inquilinas que hombres”.

En la pandemia las mujeres tuvieron que permanecer en sus casas para las tareas de cuidado y debieron endeudarse para sostener el hogar

Sobre esto, indicó que “el mercado inmobiliario está dolarizado, como ocurre con los alimentos, lo que hizo que el precio creciera exponencialmente”.

La trampa de la deuda

“La primera operación política del mundo financiero es hacer pasar esos problemas por individuales, por no trabajar no esforzarse tanto. Por eso, el endeudamiento tiene una función política que es privatizar y amortizar los costos de la crisis económica. Primero hay que colectivizar y volver político el problema”, explicó Cavallero.

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En cuanto a quiénes se benefician a partir de este sistema, la socióloga comentó que “los beneficiarios son los bancos privados, financieras que operan en los barrios, muchas veces son segundas marcas de los bancos. Pero también las grandes marcas de alimentos y quienes manejan las viviendas en alquiler en las ciudades”.

El endeudamiento tiene una función política que es privatizar y amortizar los costos de la crisis económica. Primero hay que colectivizar y volver político el problema

Por lo tanto, para Cavallero una de las alternativas para escapar de esta trampa es “reclamar mejores condiciones como mejores salarios y servicios públicos”.

No es natural que nos tengamos que endeudar para vivir”, cerró una de las editoras de la publicación.

El trabajo recopila textos de Ni Una Menos / Colectiva Feminista en Construcción / Mujeres de Frente / Caja de Ahorro 1 de Mayo / Territorio Doméstico / ATTAC CADTM / Plataforma Afectadxs por Hipotecas / Debt Collective / Deuda Educativa / Inquilinos Agrupados / La Laboratoria / Grupo de Investigación e Intervención Feminista / Instituto Amaq´/ Instituto Equit / CEPPAS.