El Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) es una encuesta que realiza todos los meses el Banco Central a diferentes instituciones nacionales e internacionales, con el propósito de elaborar un pronóstico macroeconómico de corto y mediano plazo sobre la evolución de ciertas variables de la economía argentina.

Este relevamiento acopia “las expectativas de los precios minoristas, la tasa de política monetaria del BCRA, el tipo de cambio nominal, el nivel de actividad económica y el resultado primario del sector público nacional no financiero”. La consulta se realiza a 63 instituciones, entre las que se encuentran consultoras privadas, universidades, entidades bancarias y financieras, y agentes externos.

Al observar quiénes son las entidades consultadas, se puede afirmar, sin temor a exagerar, que se trata de instituciones afines a un determinado pensamiento económico. Por ejemplo, las consultoras: ABECEB (del actual Ministro de la Producción), Ecolatina, Elypsis, Puente, Fiel; las universidades: UNSAM, USAL; y bancos y entidades financieras como: JP Morgan, Morgan Stanley, Credit Suisse, Banco Santander Río, Credicoop, Macro, Francés, Hipotecario, entre otros.

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A finales de 2017, el REM arrojaba resultados muy diferentes a lo que finalmente sería la realidad. Aunque desde el fallido anuncio del 15% de inflación anual, en diciembre del año pasado, las expectativas oficiales y las del mercado comenzaron a divergir progresivamente, el relevamiento pecó de optimista.

A fines del 2017, las estimaciones arrojaban que los precios minoristas (IPC nivel general) presentarían una variación anual de 17,4% en el 2018, 11,6% en 2019, y 8% en 2020. Con respecto a la tasa de política monetaria, se esperaban que el BCRA llevara a cabo una reducción gradual en el transcurso del año y que se cierre el 2018 con una tasa de 22,25%. En cuanto al tipo de cambio, los analistas proyectaron que el tipo de cambio nominal alcanzaría un promedio mensual de 20,4 pesos por dólar.

En vista de las variables actuales, se observa que el REM falló gravemente como pronosticador de la evolución económica del país. Tal vez, los encuestados pecaron de optimismo, o confundieron un pronóstico con el deseo de que las variables se comportaran de tal forma, o una mezcla de ambas cuestiones. Lo cierto es que la corrida cambiaria, iniciada en abril por algunos de los que figuran como instituciones encuestadas, bajó a tierra las expectativas y significó un reajuste de los pronósticos anualizados para 2018 y los dos años siguientes.

Mientras que a principios de este año se proyectaba un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) para 2018 del 3,2%, con el cambio de expectativas, se proyecta una retracción del 1,9% (una caída de 5 puntos porcentuales en las estimaciones).

Respecto a la inflación, las proyecciones se han prácticamente duplicado: 40,3% para 2018, 25,3% para 2019, y 18,9% para 2020. Respecto a la tasa de política monetaria, se estima que continuará en 60% hasta enero donde comenzara una baja gradual para finalizar 2019 con una tasa cercana a los 32 puntos porcentuales. En cuanto al tipo de cambio, el REM estiman un dólar cercano a los 42 pesos a diciembre de 2018.

Está claro que en Argentina las expectativas cambian como el viento. La duda que queda es, pecará el REM de optimista nuevamente? Por el bien de los argentinos, esperemos que no.

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