El precio de la carne superó esta semana los 1.000 pesos el kilo en algunas carnicerías de Rosario y también en la zona metropolitana de Buenos Aires, mientras el Gobierno sigue analizando cómo estabilizarlo.

Un repaso de los cortes más demandados permitió constatar que la carrera inflacionaria no se detiene, mientras diferencias que quedaron explicitadas al interior del gabinete económico nacional le aportan suspenso una dilatada solución -al menos momentánea- del flagelo, a pocas semanas de las fiestas de fin de año.

“Estos últimos tres años se ha adelantado un poquito (NdR: el aumento de precios en esta fecha). Normalmente, estos aumentos se daban a fines de noviembre o la primera semana de diciembre; es por una oferta más chica, tiene que ver con eso”, dijo el titular de la Sociedad de Carniceros de Rosario, José García, consultado por Conclusión.

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Es estacional y es el tema de la oferta. Liniers marca una tendencia del valor de la hacienda, no es que se remate toda la a hacienda del país, pero es un mercado transparente donde van operadores de distinto tipo: exportadores, supermercados, abastecedores y frigoríficos, no hay duda que marca una tendencia y a partir de ahí se genera todo lo demás”, se explayó.

En las últimas jornadas y luego de mostrar subas considerables, los valores de la hacienda de consumo operaron en baja en el mercado de Liniers, en la previa de la reunión que mantendrían el secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, con representantes de la cadena cárnica. En los supermercados, los valores fueron congelados durante el pasado fin de semana (largo), a partir de un acuerdo alcanzado por la cámara del sector con el Gobierno nacional.

Respecto a los precios, el presidente de la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales (Fifra), Daniel Urcía, sostuvo que, si bien en las últimas semanas se vio una recomposición de precios de las categorías de consumo, «hasta marzo o abril del próximo año no vamos a tener nuevamente aumento».

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Por su parte, el presidente de la Asociación de Propietarios de Carnicerías de la Ciudad de Buenos Aires, Alberto Williams, había considerado como «imposibles» los actuales valores de venta de la carne para los consumidores, y pidió por un «pacto» para frenar las «subas desproporcionadas».

De este modo, Williams admitió el alza de precios y dijo, además, que es muy posible que el consumo se empiece a resentir con fuerza. El kilo de asado subió de $700 a $1.000; la nalga trepó a $1.200, y el lomo a $1.400 en algunas carnicerías porteñas.

Mesa con pocas sillas

El titular de la Asociación de Propietarios de Carnicerías de Capital Federal explicó, además, que, si bien la hacienda subió 20%, para el carnicero, «significa mucho más» en sus costos.

En diálogo con Conclusión, García de Carnicerías de Rosario, reveló que el Gobierno sigue sin consultar con ese segmento del mercado cárnico, último eslabón para el consumo (cada vez menor) de las familias argentinas.

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Con los carniceros 0 (diálogo), nunca. Hablan con los grandes frigoríficos y grandes supermercados, ni siquiera todos los supermercados están. Los de la región ni participan, solo los tres o cuatro grandes. En Santa Fe participamos en opiniones de la mesa ganadera, que tiene que ver con proyectos para un modelo de producción de la provincia”, expresó.

Igualmente, pese a que “nunca” son parte, García consideró que “no cambia nada el criterio de quienes se sientan en la mesa de discusión”, ya que, si bien “siempre es importante el diálogo”, eso serviría, pero si -al contrario de lo que sucede ahora- y “después de que todos opinen no se toman decisiones en función de los tres o cuatro grupos más poderosos”.

Pensando a futuro y respecto a algunas de las respuestas (dispares) que ensayan desde el Ejecutivo nacional, subrayó que “aumentar retenciones va también en perjuicio de producir más” y “no hay duda de que el problema que tenemos y lo que hace falta para que no se disparen los precios es una oferta más grande, producción”.

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Además, desechó que la meseta en la escalada de precios haya tenido que ver con la limitación a exportar, sino a otra saga de guiños a un sector concentrado.

“No fue debido al cierre de exportaciones, tiene que ver con la mercadería del consumo interno que fue China, fue un negocio de grandes exportadores, que pagaron vaca a chirola y después hicieron cerrar las exportaciones, lo digo así porque conozco este negocio. Se dio la no suba por una estacionalidad, la baja del consumo, tenemos que decirlo: ese 30 o 40% que dijimos que perdimos en diciembre pasado no se ha recuperado, y si uno toma los números de kilo por habitante por año, de 50 o 51 que estábamos estamos en 47 (kilos consumidos per cápita)”, concluyó.

Desorden interno

La suba se produce en medio de señales de que existen diferencias de criterio en el seno del Gobierno sobre qué medidas aplicar. Mientras el secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, sería partidario de subir las retenciones a las exportaciones de carne, el ministro de Agricultura, Julián Domínguez, habló sobre la posibilidad de eliminar las restricciones a las exportaciones a fin de año.

En tanto, la vocera presidencial, Gabriela Cerruti, dijo que la suba de los derechos de exportación «no es un tema sobre el que se esté charlando ahora». A mediados de año, frente a un escenario de fuerte suba de precios, se fijaron cupos a la exportación que permitieron atenuar los valores por algunos meses. Pero en las últimas semanas volvió a sentirse la falta de oferta, mientras los precios de la hacienda subían en Liniers.

Guzmán recibió a funcionarios en el Palacio de Hacienda. Una posible nueva escalada cerca de las fiestas inquieta al Gobierno. Foto NA

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La portavoz de la Presidencia de la Nación, remarcó la importancia de «frenar la suba de la carne de alguna manera», debido a que el incremento de este producto en los últimos días «fue muy fuerte».

«Están los ministros (de Desarrollo Productivo) Matías Kulfas y (Agricultura) Julián Domínguez, junto con el secretario (de Comercio Interior) Roberto Feletti, trabajando en mucha armonía para tomar mejores medidas; serán anunciadas por el Presidente (Alberto Fernández) cuando haya que comunicarlas», señaló Cerruti.

En declaraciones al canal C5N, Kulfas dijo que «queremos garantizar que la producción siga subiendo, porque si no sube vamos a tener más dificultades; tenemos que garantizar un buen negocio exportador, pero por sobre todo que esté la carne a buen precio en la mesa de los argentinos». El ministro había desautorizado días atrás declaraciones de Feletti sobre una posible suba de retenciones, al decir que “pensó en voz alta” y eso “no está bien.