Las intensas lluvias y las consecuentes inundaciones que se vienen registrando en la últimas semanas en amplias zonas del país está dificultando la cosecha de distintos granos, recorta los rindes previstos para la presente campaña y ya se anticipa que la situación repercutirá en pérdidas millonarias que aún no pueden ser cuantificadas.

Los representantes del sector agrario de los principales centros productivos afectados detallaron la situación que atraviesan los productores y el alcance de los efectos climáticos en las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Entre Ríos, Corrientes, Chaco, Formosa y Santiago del Estero.

En Santa Fe, el director de Estimaciones Agrícolas de la Bolsa de Comercio de la provincia, Rubén Walter, manifestó que «habrá un millón de toneladas menos de soja debido a las lluvias, las pérdidas serán importantes” al estimar que la superficie de área afectada está afectando a 2,8 millones de hectáreas, en nueve departamentos santafesinos.

«La situación repercute fuerte en la producción por lo cual habrá que evaluar el grado de pérdida en cada zona» dijo el directivo al agregar que «en algunos departamentos sólo se había recolectado el 18 por ciento del maíz y de la soja”; en tanto “la situación de la producción ganadera y lechera es grave” ya que “la comida diaria está afectada y se retrasará la siembra de forrajes”.

El titular de la Federación Agraria de Córdoba, Agustín Pizzichini, calificó como «muy complicada» la situación que viven los productores del sudeste de la provincia a raíz de las lluvias que afectan la zona y precisó que «hay mucha gente de los tambos que están tirando la leche porque no la pueden transportar, se ha empezado a perder mucha soja, y también se ve afectado el maíz porque se brota y el sorgo también».

Pizzichini añadió que «todavía no hay una real dimensión de la situación porque sigue lloviendo y ahí se va tomando conciencia que no solo los productores tienen problemas para sacar la cosecha, sino también para cosechar porque las máquinas no pueden entrar a los campos»

Por su parte, el titular de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), Horacio Salaverri, explicó a Télam que “hay preocupación con respecto a la cosecha porque las lluvias la van a demorar totalmente” y agregó que “habrá una demora porque estos días se humedecen el grano y el piso, lo cual dificulta que puedan entrar las máquinas”.

Si bien consideró que “por el momento no hay una situación de extrema gravedad en cuanto a inundaciones ni afectaciones muy importantes”, Salaverri aseguró que el sector está atento a la situación del Río V y el agua que viene de Córdoba que podría agravar el panorama y obligar a algunos distritos a solicitar la declaración de emergencia, como ya lo hizo el intendente de Adolfo Alsina, David Hirtz.

En Entre Ríos, las abundantes lluvias registradas en lo que va de abril “provocaron un exceso hídrico que cubrieron todo el territorio provincial y no permite avanzar en tiempo y forma con la cosecha”, en particular en los departamentos del norte, según un informe de la Bolsa de Cereales que considera que “todas las labores están detenidas y el corto plazo no propone mejoras sustanciales que puedan perfilar un normalización”.

En tanto, el ministro de la Producción de Entre Ríos, Carlos Schepens anticipó que «en los próximos días se firmará el convenio de asistencia integral, por el cual la provincia recibirá aportes directos de la nación para ser transferidos a los productores que se inscribieron en la emergencia», entre ellos horticultores, citricultores, ganaderos y apicultores, que vieron afectadas sus producciones por la creciente de los ríos Paraná y Uruguay y por las lluvias.

A raíz de la situación meteorológica por el que atraviesa Corrientes se ven afectadas la ganadería y las cosechas de arroz por la presencia de agua en campos y galpones de acopio, entre los que se destacan la pérdida de unas 1.200 toneladas del grano y la mortandad de ganado ovino principalmente, señaló el ministro de la Producción correntino, Jorge Vara.

“El bombazo de este acontecimiento del Niño tuvo epicentro en el eje del río Guayquiraró, por lo que en Corrientes vemos afectadas las zonas centro oeste y sudoeste, desde Saladas y Bella Vista hacia el sur y con mucha afectación en las localidades de Sauce, Esquina, Pueblo Libertador y Guayquiraró”, resumió el funcionario, quien informó que “se está atravesando una etapa de pico y se siguen evaluando daños”.

En Formosa, la Mesa Agrícola estimó que de “un 10 por ciento de superficie del territorio afectada se pasó a más del 35 por ciento” por lo que desde la cartera de Producción y Ambiente provincial “se están reprogramando los “aspectos vinculados a las superficies y rendimientos que pensaban los productores irían a tener”.

En ese contexto se planteó la necesidad de requerimientos financieros para mitigar los efectos de la emergencia y los productores indicaron que las necesidades que aparecen son relacionados a problemas extraprediales como «caminos, canales y alcantarillas entre otros que tienen que ver con el desarrollo rural».

También en el norte del país, las precipitaciones pluviales que se produjeron en el sudeste y centro de la provincia del Chaco desde el jueves de la semana pasada “impactaron levemente en el inicio de la cosecha de algodón”, dijo el subsecretario de Agricultura de la provincia, Jorge García.

“En los últimos días hubo lluvias de entre 40 y 50 milímetros que pueden retrasar la recolección del textil unos días pero no más que eso”, acotó para luego señalar que la cosecha “alcanzó al 20 por ciento de alrededor de las 150.000 hectáreas implantadas con rindes promedios de 1.500 kilogramos de por hectárea”.

Finalmente, en Santiago del Estero, los más de 200 milímetros de lluvia que cayeron en la última semana en distintas localidades de la provincia también provocaron daños en cultivos de soja y maíz, además del aislamiento de ganado vacuno.

Se trata de campos inundados ubicados en el punto limítrofe con la provincia de Santa Fe, que también sufrieron problemas por desbordes del río Salado y la elevada napa de agua por las constantes inundaciones de la temporada pasada, en tanto que mangas de langostas afectaron los cultivos de algodón en poblaciones rurales del sur provincial.

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