La tensión en el mercado cambiario y financiero encuentra este miércoles un fundado argumento dado que en junio la balanza comercial registró un déficit de US$ 115 millones, lo cual explica la sangría de reservas del Banco Central y la creciente expectativas de devaluación del tipo de cambio oficial.

En junio de 2021 la diferencia entre exportaciones e importaciones de la Argentina había arrojado un superávit de US$ 1.101 millones, por lo que el resultado del mes pasado expresa la magnitud de la caída en el ingreso de dólares al país.

Un menor ritmo en el crecimiento de las exportaciones y una creciente aceleración de las importaciones de energía explican la situación de la balanza comercial del mes pasado y le dan vida a los fantasmas de bruscos saltos en el tipo de cambio.

Según un informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), las exportaciones durante junio ascendieron a US$ 8.432 millones, que representa un alza de 20,3% respecto al mismo período del año pasado.

En cambio las importaciones duplicaron el ritmo de crecimiento: subieron 44,6% a US$ 8.547 millones, provocando el rojo de US$ 115 millones.

Fuente: Indec.

Esta debacle en el ingreso de dólares ya se había observado en mayo cuando el superávit se había reducido a US$ 368 millones, desde los US$ 1.672 millones del año anterior.

Con el resultado de junio, el saldo comercial del primer semestre de 2022 fue de US$ 3.093 millones, un 55% inferior al del mismo período de 2021.

Este escenario que es seguido por los principales analistas de mercado explica la incertidumbre acerca de qué medidas adoptará el Gobierno para utilizar los escasos dólares que le quedan en el Banco Central.

El INDEC puntualizó que en junio las importaciones de energía subieron 119% en precio y 19,6% en cantidades. El combo demandó que las erogaciones sean por este canal de US$ 1.192 millones. En junio de 2021 se habían gastado US$ 516 millones.

Entre los pocos aspectos positivos que muestra el cuadro de importaciones se destaca que las compras de bienes de capital subieron 26,1% en cantidad, con precios que apenas ajustaron 3,1%. En tanto, en bienes de consumo hubo un moderado aumento de 12,6%, con precios que avanzaron 9,3%.

Fuente: Indec.

Del lado de las exportaciones, se observó una fuerte merma en los envíos de productos primarios. Con suba de precios de 15,4% en promedio, las cantidades despachadas cayeron 12,3%.

Desde el Gobierno aguardan que en las próximas semanas se invierta el flujo: menor demanda de divisas para la compra de energía y mayor ritmo de liquidación por parte de los exportadores.

Similar comportamiento tuvieron las Manufacturas de Origen Agropecuario (MOA) ya que apenas se despachó un 3,7% más que un año atrás, con una mejora en los precios de 21,3%. Las  Manufacturas de Origen Industrial (MOI) subieron 4% en volumen y 12,7% en valor.

Fuente: Indec.