por Javier Alvarez

Los aportes del Tesoro Nacional a la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa) se dispararon un 64,7% este año respecto de 2015, mientras en contrapartida cayó la inyección de subsidios a los consumidores.

Al arribar el nuevo Gobierno y con precios energéticos que venían retrasados desde hace varios años, los consumidores pasaron directamente a financiar la producción de las empresas
sin que el Ejecutivo, por ahora, les ponga plazos y exigencias que cumplir.

Según planillas oficiales de Cammesa a las que accedió Noticias Argentinas, las transferencias del Gobierno a la administradora para que pague la energía a las empresas productoras privadas alcanzarán los $140.000 millones al 31 de diciembre, cuando en 2015 fueron $85.000 millones.

Ese aumento, según explicaron expertos del mercado a la agencia de noticias, fue motivado principalmente por la devaluación del 60% del peso frente al dólar y por el alza del precio que se le paga a las compañías productoras de gas destinado a la generación eléctrica.

Cammesa había pagado unos 7.000 millones de pesos en 2015 a las firmas productoras por el gas natural producido en la Patagonia argentina y este año abonará 20.000 millones de pesos por la suba del precio.

Esa diferencia, unos 13.000 millones de pesos (un 185% más en 2016), comenzó a ser anticipada por el Estado a las empresas para cubrir el aumento del precio de gas en boca de pozo -que es determinado por el mercado- desde enero de este año.

La audiencia pública en la que se debatió el incremento de la distribución del gas natural se hizo nueve meses después de que se iniciaran los pagos a las productoras: fue en septiembre y sólo por el fallo de la Corte Suprema de Justicia que la ordenó.

El precio de gas en boca de pozo saltó de 2,70 dólares el millón de BTU (unidad térmica británica) a 5,40 dólares promedio, lo que mejoró los ingresos de las empresas productoras de gas, que también registraron una suba en la rentabilidad por la devaluación del peso.

A pesar de los mayores ingresos, las empresas productoras suministraron la misma cantidad de gas natural para generación eléctrica a Cammesa en 2016, respecto de los niveles registrados el año pasado.

Ante la consulta de NA, voceros de empresas defendieron la política energética del Gobierno al sostener que se necesitan «precios razonables» para que existan «inversiones y una mayor generación energética».

También argumentan en las empresas que la suba de importaciones que registraron en 2016 responde a «paradas técnicas» que hicieron de sus refinerías durante dos meses en mayo y junio para «mejorar sus capacidades productivas».

Esa salida de funcionamiento en conjunto de las principales refinerías no se había registrado al menos en los últimos cinco años, y esta vez estuvo acompañada por un alza del 25% en las compras de gasoil al exterior, un nivel récord.

También hubo mayor compra de combustibles y precios más altos

Otro factor que explica el por qué Cammesa recibió más dinero del Gobierno y lo transfirió a las grandes empresas es el incremento en el pago de los combustibles como el fuel y el gasoil, también para la generación eléctrica.

Esos pagos por combustibles vienen creciendo a un ritmo del 87,5 por ciento anual, respecto de 2015, y pasarán de 32.000 millones de pesos a 60.000 millones de pesos cuando finalice el año.

Cammesa hizo este año dos tipos de compras: gasoil por concurso, con preponderancia de las firmas internacionales contra las cuales las nacionales no pueden competir por capacidad, estructura y precios; y compra locales sin licitación.

En este nuevo escenario hubo también una reconfiguración del mapa de proveedores de Cammesa, principalmente en lo que respecta a compras sin licitación de fuel y gasoil con presunto «origen nacional».

Los números de la Administradora indican que entre enero y octubre, la empresa PASA SA incrementó sus ventas de gasoil y fuel a esa compañía en un 612,4% respecto de todo el 2015.

La segunda empresa que más aumentó sus ventas en porcentaje a Cammesa fue Shell, con un avance del 128,3%; NAO quedó en tercer lugar con el 64,3%; y Axion Energy en el cuarto, con 62,5%; entre todas, la que más le vende es Shell.

Las compras de la Administradora a las empresas privadas crecieron a un ritmo muy superior a las adquisiciones realizadas a YPF, controlada mayoritariamente por el Estado nacional.

Shell pasó de facturarle a Cammesa unos $5.400 millones en 2015 a $12.500 millones en 2016, debido al aumento de las cantidades que logró colocar a la administradora estatal.

Para abastecer de gasoil a Cammesa, muchas empresas optaron por importar el producto en lugar de producirlo en la Argentina, lo que les permitió acceder a una rentabilidad superior.

Para acceder al precio diferencial de 8 dólares extra para productos refinados que paga Cammesa, el combustible tendría que haber sido terminado en el país en un 100 por ciento, pero algunas empresas lograron colocar gasoil importado.

Así, las grandes empresas mejoraron sus ingresos por el precio diferencial y por haber comprado productos ya terminados en el exterior al precio internacional (u$s45) y venderlos en la Argentina a valores que tienen como referencia el «barril criollo» (u$s60).

Con esta matriz, la energía tiene un mayor peso para la balanza comercial y la salida dólares, dado que estos billetes se van por compras y por las utilidades/ganancias que los productos les otorgan a las compañías, ya sea a través de Cammesa o de los surtidores.

Mientras, los trabajadores petroleros de la Patagonia siguen esperando los anuncios de inversiones para el aumento de la producción, ante un escenario complejo en el que hay miles de empleos amenazados.