Por Aldo Battisacco desde Buenos Aires (enviado especial)

Bajo la consigna denominada el Feriazo, pequeños productores vendieron ayer verduras en Plaza de Mayo al mismo precio que se paga en las quintas. Esteban «Gringo» Castro expresó que «entre tantas reivindicaciones reclamamos el acceso a la tierra de los productores más pobres de Argentina y que se pague un justo precio por los productos para poder vivir».

Tras la marcha que comenzó frente al Congreso, los pequeños horticultores instalaron puestos frente a la Casa Rosada para vender su cosecha al precio de quinta y así visibilizar lo poco que les pagan.

Denunciaron también que el gobierno paralizó el monotributo social agropecuario, no ejecuta el presupuesto asignado a la Ley de Agricultura familiar y no dio marcha atrás con el retiro de la asistencia a los productores bolivianos.

Esta vez montaron frente a la Casa Rosada una gran feria para vender las frutas y verduras al mismo precio que a ellos les pagan en las quintas.

Las personas que se acercaron hasta la Plaza podían comprar el atado de acelga a 4 pesos, el kilo de lechuga a 7, el kilo de morrón a 20, el kilo de tomate a 16, el atado de rúcula a 1,50, el kilo de cebolla a 4 y el kilo de zanahoria a 3.

En diálogo con Conclusión, el titular de la Ctep dijo que la demanda para cubrir la Emergencia Alimentaria, como «la equidad de trato de los pequeños horticultores que muchas veces se ignora el aporte que hacen desde su actividad cotidiana» y «sostenemos que hay que tener en cuenta que lo que se denomina productores hortícolas, son aquellos que de no existir, la comunidad no podría consumir las verduras que día a día lleva a la mesa».

Consultado sobre que cantidad de productores son los afectados en el país, el dirigente social señaló que se «los puede contar por miles, en esta movilización somos 6 mil, pero el drama de todos es común, se les paga precios irrisorios».

Las asimetrías son muy grandes, el precio que le pagan a los productores no se ve reflejado en la góndola de las grandes cadenas, algunas de ellas multinacionales que les cobra a la población en muchos casos más del 1000% del costo reconocido a quienes trabajan incansablemente la tierra».

Sobre si las múltiples movilizaciones que hicieron les reporto al menos la atención de los funcionarios responsables de las áreas ministeriales, Castro expresó que «nunca» fueron escuchados, «si hay que dimensionar cómo entiende este gobierno la producción, se puede decir con todas las letras que tiene una mirada sesgada de la realidad productiva de nuestro país, ellos crearon el ministerio de Agroindustria, razón más que suficiente para entender porque no hay para el pequeño productor una política».

Respecto de como buscarán los productores las soluciones para revertir este «ninguneo», Castro señaló: «Como lo hicimos siempre, apelaremos a la lucha para conseguir que nuestros reclamos se escuchen».

Por otra parte, el productor Elías Amador, que participó del reclamo, contó que alquila un terreno de cinco hectáreas entre tres familias y pagan alrededor de 6.000 pesos cada uno.

A principio de año, con el primer verdurazo, los pequeños productores presentaron un proyecto de ley en el Congreso para acceder a la tierra a través de créditos blandos, pero el proyecto nunca fue tratado.

Según el horticultor, otro de los sentidos de la marcha y el Feriazo fue interpelan a los “legisladores, para que puedan avanzar con la ley de tierras y al ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile”.

Finalmente, Amador apuntó: “Venimos denunciando a los intermediarios y los grandes mercados concentradores, que hacen que a nosotros nos paguen monedas en las quintas y que la mayoría de los consumidores paguen muy caro la verdura”.

El saldo de la medida fue la entrega y venta de 20 toneladas de verduras como acelga, repollo, zanahoria, tomate, cebolla, apio, morrón, lechuga, rúcula, naranja, banana, entre otros.