En la batería de medidas económicas que prepara el Gobierno se encuentra en análisis instrumentar un impuesto a los gastos de turismo en el exterior.

Con el objetivo de contener la salida de divisas, se establecería un recargo – se estima entre 20 y 35% – sobre los gastos en hoteles, pasajes aéreos y otros pagos con tarjeta en el exterior.

En lo que va del año, el déficit por este concepto ronda los u$s 5.000 millones.

El dólar diferenciado para el turismo tendría la finalidad de desalentar la salida de la divisa y también podría afectar otras compras, como el caso de los abonos de plataformas de servicios, entretenimientos y e-commerce como Spotify, Amazon o Netflix, entre otras.

El dólar “turista” tiene su antecedente en 2013, en la segunda presidencia de Cristina Fernández de Kirchner. Con un recargo inicial de 20%, finalmente la alícuota fue incrementándose hasta el 35%.

En aquella oportunidad existía la posibilidad de deducir ese “extra” abonado del pago del Impuesto a las Ganancias.

Fuente: Ámbito.com